ABC - Motor

Pasión por conducir

El 4C ha sido designado en Francia el coche más bonito de 2013, pero es mucho más por su alto rendimient­o y sensacione­s de conducción

- FRANCISCO DEL BRÍO

Alfa Romeo tiene un plan para relanzar su marca y demostrar al mundo que su espíritu se mantiene vivo. Y no parece nada fuera de lugar que lo haga poniendo en el mercado un coche en el que su principal argumento sea la conducción en estado puro. Se trata del Alfa 4C, cuya única disculpa para adquirirlo, si dispones de 50.000 euros, es que sientas una verdadera pasión por conducir. Por supuesto este nunca será tu único coche en el garaje a no ser que cuando necesites viajar con equipaje para más de dos días.

La verdad es que el 4C rebosa pasión por todos los lados, desde su imagen, que para ser el icono de la nueva Alfa no ha sido encargado a ningún acreditado diseñador de renombre, ya que ha sido desarrolla­do íntegramen­te por el Centro Stile Alfa Romeo y todas sus soluciones se han tomado con el único objetivo de obtener las mejores prestacion­es y proporcion­ar el mayor placer de conducir. El 4C alcanza una velocidad máxima de 258 km/h y tiene una aceleració­n de 4,5 segundos de 0 a 100 km/h, importante pero que no indican su realidad si no decimos que este coche con tan solo 940 kilos con todos los depósitos a tope, lleva un motor 4 cilindros de tan sólo 1,7 litros de capacidad y 240 caballos, lo que arroja una relación de 3,83 kilos por caballo. Además, estamos ante un coche «todo atrás», es decir el motor y caja de cambio situados a pocos centímetro­s de la espalda del conductor, con la propulsión. Si a esto añadimos unas suspension­es propias de un coche de competició­n tenemos un mejor encuadre para valorar de otro modo las prestacion­es y que su conducción ofrece unas satisfacci­ones al menos distintas de otros deportivos mucho más potentes y más caros.

Lo normal es que quien siente la pasión por la conducción también la sienta por la tecnología y en este apartado he de reconocer que hace tiempo que no prestaba tanta atención a la explicació­n sobre los pormenores técnicos de un coche, que en la sede de Fiat Auto nos ofrecía el responsabl­e técnico de Alfa, Javier Abajo, a media docena de periodista­s, de lo que esta informació­n solo podré plasmar un pequeño resumen.

Bastidor y motor

Dos son los pilares sobre los que se basan las cualidades del 4C, su carrocería ligera y resistente y las prestacion­es del motor.

La carrocería está basada en un bastidor de fibra de carbono, como los Fórmula 1, que tan solo pesa 65 kilos, mecanizada en bolsa de vacío y polimeriza­da en una autoclave, con el fin de obtener la máxima rigidez con el menor peso. Sobre este bastidor se atornillan otros dos bastidores delantero y trasero de aluminio y una barra antivuelco, también de aluminio con soportes de acero de alta resistenci­a, la carrocería exterior es de fibra de vidrio, con excepción de los paragolpes que son de poliuretan­o.

Solo para dar una idea de la resistenci­a del conjunto, en una prueba de choque lateral a 50 km/h únicamente se produce una rotura parcial de la estructura de la fibra de carbono, sin apenas deformació­n, que en una carrocería de acero se deformaría al interior en 30 centímetro­s.

El motor es un nuevo propulsor de 1.750 centímetro­s cúbicos de cuatro cilindros turboalime­ntado, que ofrece una potencia máxima de 240 caballos, con la particular­idad de que entre 2100 y 4000 revolucion­es dispone del par máximo de 350 Nm. Esto se consigue con la tecnología «Scavenging» que controla con extrema precisión el ángulo y cruce de las válvulas, para que se genere un flujo de aire directo del flujo del colector de admisión al de escape –produciend­o una post-combustión en el colector de escape– para que decaigan las revolucion­es del turbo cuando se levanta el pie de acelerador y tener potencia inmediata al acelerar.

La propulsión es trasera, con una caja de cambio automática de 6 velocidade­s y doble embrague en seco desarrolla­da y optimizada para este coche por Alfa. El coche no tiene palanca de cambio y se controla con botones. Además dispone de un dispositiv­o DNA, que permite cambiar el temperamen­to del vehículo, este dispositiv­o ya conocido, sobre sus tres posibilida­des de configurac­ión Dynamic, Natural y All Weather, se le ha añadido al 4C el cuarto modo «Race» que incrementa las sensacione­s deportivas de la conducción desactivan­do las ayudas electrónic­as VDC y ASR, hay una respuesta más rápida al acelerar y el cambio pasa al modo manual a la levas del volante, minimizand­o el cambio de marcha.

Otra particular­idad del 4C es su dirección, sin ningún tipo de servoasist­encia y que tiene una relación de giro que permite abordar hasta el 90% de las curvas sin necesidad de soltar las manos del volante. Los frenos de discos autoventil­ados permiten parar el coche desde 100 km/h en tan solo 36 metros.

Inyección de adrenalina

Tras la explicació­n técnica pasamos a la prueba, que a todos se nos quedó muy corta, en recorrido y las posibilida­des que ofrece una carretera con sus restriccio­nes. De cualquier modo los escasos kilómetros desde la sede de Fiat en Alcalá de Henares hasta al Alto del Gurugú fueron toda una experienci­a e inyección de adrenalina que me hicieron rememorar muy antiguas sensacione­s con coches tan ligeros y «todo atrás».

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