Una obra de arte para dos
Destaca su marcha cómoda, su amplitud interior y su consumo contenido, así como lo lujoso y refinado de sus acabados y los materiales utilizados l Mercedes Clase E Coupé entra por los ojos. Sus 4,82 metros de longitud y sus estilizadas líneas imponen desde fuera, mientras que en el interior lucen especialmente las dos pantallas de 12,3” que conforman el cuadro de instrumentos y el acceso al sistema de infoentretenimiento, y la gran calidad de los acabados interiores.
Pese a ser un Coupé, su gran tamaño garantiza suficiente habitabilidad en las dos plazas traseras para dos ocupantes durante un trayecto corto. El acceso es sencillo, gracias al ajuste eléctrico de los asientos delanteros, que se desplazan automáticamente para hacer más sencilla la entrada. También destaca su maletero, de 425 litros.
Bajo el capó, nuestro E Coupé 220 d albergaba un propulsor diésel, sobrealimentado mediante turbocompresor, de 2 litros de cilindrada y 194 CV. Este motor, algo ruidoso, garantiza una conducción agradable en cualquier circunstancia, si bien no deportiva, aunque casa con el espíritu de un vehículo concebido quizás más para rodar de forma confortable que briosa.
En marcha, el 220 d, de tracción trasera, se maneja como una alfombra mágica, filtrando bien los baches del terreno –pese a estar rebajada en 15 mm respecto al Clase E de base, debido a la suspensión Agility Control–. Se acompaña de una transmisión automática de 9 relaciones 9GTronic, y la conducción puede oscilar entre deportividad y comodidad en función de los cinco modos que incorpora.