Familiares
La oferta de modelos comienza en los 10.000 euros, pero según las necesidades el precio puede superar los 30.000
Se acerca el verano. El buen tiempo y la actual situación económica invita a viajar, y si hay que hacerlo en familia una de las mejores alternativas es el coche. Pero los tiempos han cambiado, y las interminables rutas con el Seat 600 cargado hasta la baca en los años 60 han dejado paso a otro tipo de necesidades. Las familias necesitan espacio, sin renunciar por ello a un coche que pueda utilizarse en el día a día. Familiares tipo «ranchera», monovolumen y los tan de moda SUV son tres de las posibilidades entre las que se puede encontrar un vehículo para cada necesidad o preferencia.
Respecto a los familiares o rancheras, este tipo de automóviles nunca han tenido gran éxito en España, donde es fácil escuchar comentarios del tipo : «son como coches de funeraria». Si son populares en Europa, donde se aprecia tanto su gran capacidad de carga como su dinamismo a la hora de hacer kilómetros por autopista.
Sí que han gozado de las simpatías de las familias españolas los coches tipo monovolumen, aunque en los últimos dos o tres años han perdido protagonismo a favor de los SUV. Se trata de coches que partiendo de la base de un turismo adecuan su habitáculo para disponer de mayor espacio interior. Esto se debe a que el vano motor, el habitáculo para los pasajeros y el maletero están integrados en una misma forma, en un diseño continuo.
En los monovolumen disponemos de 4 a 9 plazas, y dos o tres filas de asientos, dejando todavía espacio para un maletero con suficiente capacidad.
Los orígenes de este tipo de coches habría que buscarlos en las furgonetas DKW de 1949 o en Fiat Multipla de 1956. La idea de los monovolumen como vehículos para familias numerosas nació en Europa, e inicialmente consistió en tomar una furgoneta y poner asientos en las plazas posteriores, ventanillas y puertas para los pasajeros traseros.
Más recientemente, en los años 80, fueron los americanos de Chrysler con su Voyager y Renault, en Francia, con su Espace, quienes lograron popularizar este tipo de autos. Ambos modelos tenían grandes dimensiones y estaban pensados para transportar a familias numerosas. Hoy en día incluso hay mono volumen del segmento Ay B, más pequeños, con capacidad para cuatro personas, aunque claramente la oferta poco a poco se está reduciendo.
Monovolumen frente a SUV
La principal ventaja de los monovolumen es que debido a su diseño disponen de un interior muy amplio. Este espacio se consigue adelantando el puesto del conductor y proporcionando más altura, facilitando la entrada y salida del coche. Otro aspecto destacado es el tamaño del maletero. Este tipo de coches suelen tener bastante anchura en la parte posterior, lo que facilita , junto a un gran portón de acceso, las tareas de carga y descarga. Este maletero suele tener también bastante altura, por lo que se garantiza un mayor volumen destinado al transporte de objetos. Además, con frecuencia son bastante modulares, es decir, que modificando tanto la posición como el número de asientos abatibles podemos lograr una configuración casi «a la carta», según las necesidades de cada momento y en función del viaje que vayamos a realizar, el volumen de carga y el número de pasajeros. No todo son ventajas. Por ejemplo, frente a las berlinas convencionales suelen tener un peso más elevado, afectando al consumo y a su agilidad. Sin embargo los monovolumen modernos logran unos consumos muy ajustados, sobre todo en sus mecánicas diésel, y sus comportamientos en carretera son cada vez más parecidos a los de una berlina normal.
La moda ha impuesto que los monovolumen hayan perdido presencia debido a la llegada de los SUV. Estos tienen la desventaja de un mayor peso frente a una berlina normal sin que a cambio se logre la ventaja del espacio extra del que disponemos en los monovolumen. Si no necesitamos la tracción 4X4 que suelen ofrecer los SUV, el criterio a la hora de decantamos por este tipo de vehículos es meramente estético, porque en cuanto a capacidad y versatilidad estarían en igualdad de condiciones e incluso por debajo de una berlina familiar. Es decir, que dependiendo de las necesidades de cada posible comprador se puede asegurar que hay oferta para prácticamente todos los gustos.