Arrancar desde cero
Tras la emergencia climática ha llegado la emergencia sanitaria de la pandemia por el coronavirus. Dos emergencias encadenadas que han golpeado de forma directa en la industria del motor. La primera de ellas, la climática, había sido asumida por el sector porque llegaba de forma programada. La segunda, la que ha confinado a la humanidad en sus casas, le ha golpeado sin avisar, mientras estaba en plena reconversión tecnológica. Una doble crisis que va a obligar a la automoción mundial a arrancar desde cero cuando termine el confinamiento y la paralización de la producción.
A las dudas generalizadas que asaltaban a los compradores a la hora de tomar la decisión sobre qué tecnología de propulsión inclinarse a la hora de adquirir un vehículo nuevo, se añade ahora un nueva variable: «para qué cambiar de coche». El confinamiento obligado de al menos un mes en casa y la amenaza latente de perder el puesto de trabajo llevará a los clientes a aplazar, una vez más, la compra de un vehículo nuevo.
Por el camino, un sector que aporta el 10% del PIB nacional en España y da empleo al 9% de la población activa, dejará la economía española herida. Viviremos algo similar a lo ocurrido en las posguerras mundiales o la posguerra española, cuando tras el conflicto hubo que arrancar de nuevo desde cero todo el sistema productivo industrial.
No podemos olvidar que el sector de la automoción emplea de forma directa en España 89.000 trabajadores, de los que 66.000 están en las líneas de montaje. En los concesionarios se calcula que los afectados serán 161.500 empleados de forma directa y 550.000 de forma indirecta. Unos empleados que tienen como horizonte cercano un ERTE por la paralización de las fábricas, concesionarios y talleres mecánicos. A nivel europeo, en las 229 instalaciones productivas existentes, los empleos afectados por la pandemia del coronavirus son 14 millones –2,6 millones de forma directa y 13,8 millones indirectos–, según la ACEA (patronal europea de fabricantes).
Con este panorama, la industria de la automoción se enfrenta al gran reto de volver a ser el motor de la industria, el crecimiento y la riqueza de España cuando superemos el confinamiento y se regrese a la normalidad. Un reto que será un éxito si los consumidores apoyamos.
JOSÉ RAMÓN ALONSO