El nuevo timonel
MODERNO, relajado, con un toque sport, pero elegante y sobre todo muy urbano. Son las características que han hecho de la moda de Alexander Wang un objeto de deseo, tanto como para hacer largas colas durante tres días a la puerta de su boutique neoyorquina –imprescindible en cualquier ruta “fashion” que se precie– cuando se anuncian rebajas en plena temporada... En solo cinco años, este norteamericano de ascendencia taiwanesa ha ascendido hasta lo más alto en el Olimpo de la moda. ¿Pero qué tiene Wang que parece haber enamorado al grupo PPR, propietario de la “maison” Balenciaga? Un éxito mundial con apenas 28 años y un estilo completamente diferente al de Ghesquière que augura todo un cambio de timón y de estrategia en la casa. Wang es, sin duda, mucho más comercial que su antecesor, muy mimado por la mayor parte de las editoras de moda parisinas y mucho más elitista. Pero tiene a su favor unas ventas millonarias en todo el mundo, lo que garantiza a Balenciaga su entrada en el mercado nortemericano y, sobre todo en el chino, donde el norteamericano es mucho más conocido que el francés. Tras la marcha de Ghesquière, Wang se encargará de intentar ampliar el mercado y de atraer a una nueva generación de compradoras para la firma. O al menos eso esperan los propietarios de la “maison”...