MARGHERITA MACCAPANI MISSONI, MISSONI
EDAD: 29 AÑOS. CARGO: DIRECTORA DE DISEÑO DE ACCESORIOS
Los Missoni cumplen con aquel dicho que dice “Familia que teje unida...”. Ottavio y Rosita fundaron el negocio a finales de los 50; su hija, Angela, tuvo su propia marca de ropa antes de unirse al negocio familiar; y su nieta, Margherita, coqueteó con la idea de ser actriz (estudió en la prestigiosa escuela neoyorquina Lee Strasberg) antes de volver al hogar, en 2010. Le asignaron la dirección de la línea de accesorios y un cargo de “embajadora”. Y cumple ambos cometidos con entusiasmo: es una firme creyente en el impulso que los complementos pueden dar a una marca y se ha convertido en una “it girl” que, a menudo junto a amigas como Bianca Brandolini y
Lauren Santo Domingo, se deja ver y fotografiar en fiestas... luciendo, por supuesto, los mejores diseños de la firma.
de cuero y poco más. Pero es con una sencilla, ligera y rompedora mochila de nailon negro (el primer producto que sacó al mercado), con el que esta antigua estudiante de Ciencias Políticas –metida a diseñadora por las circunstancias familiares– sitúa el sello Prada en el circuito de la moda. Seducidos los “fashion victims” del momento, ¿por qué no venderles también ropa? La primera colección prêtà-porter fue presentada en la temporada otoño-invierno de 1989. Luego vino Miu Miu (en un guiño a su propio nombre), después la colección de hombre... El mejor resumen de estos veintitantos años lo encontramos en Forbes: 6.800 millones de patrimonio y el puesto 139 en su peculiar ranking. Y todo ello, gracias a la visión de Miuccia, que se acercó a la moda con una mirada intelectual que le ha llevado a inventar tendencias en lugar de seguirlas.
NUEVOS HORIZONTES.
Lo interesante de esta nueva generación, más allá del apellido o del cargo de responsabilidad que ocupen, es que se están convirtiendo en las mejores embajadoras de sus marcas, en auténticos escaparates de un estilo de vida que permite a las rmas independientes tener una presencia mayor en los medios y encontrar hueco en un mundo controlado por los grandes conglomerados del lujo. Hay antecedentes. Yves Saint Laurent se desnudó y se puso delante de la cámara de Jeanloup Sieff para vender su nuevo perfume masculino, “Homme”. Era el año 1971, y el maestro había entendido que él mismo era el mejor modelo para transmitir los valores de su nueva fragancia. Lo mismo debió pensar Margherita Missoni. Hubo debate familiar pero, al nal, ella encarnaba mejor que ninguna modelo el nuevo espíritu de la marca. Fotogra ada hasta la saciedad por la prensa especializada con su grupo de amigas –Bianca Brandolini y Lauren Santo Domingo– es el vivo ejemplo de esa nueva raza de las denominadas “it girls”. Margherita fue la modelo de la campaña de esta primavera junto a su madre, eso sí, acompañadas de Pedro Almodóvar. Otro ejemplo. Durante un par de temporadas, Carolina Herrera protagonizó las campañas de su madre. ¿Quién mejor para trasmitir el chic de la marca? Las nuevas generaciones también trasmiten mensajes a los mercados. Roberta Armani, y sobre todo, la sobrina de Manolo Blahnik, Kristina, implicándose en el día de las rmas, viajando, descubriendo nuevos mercados y abriendo nuevas líneas de negocio, han dejado claro que hay larga vida para estas marcas más allá de sus fundadores. Esta nueva hornada de herederas se ha convertido en una generación de portavoces de valores que se transmiten con la misma soltura y convicción en comidas familiares y en consejos de administración, donde todos los miembros comparten sangre y apellido. A su favor: se sienten orgullosas de seguir los pasos de sus mayores.