SOMBRA Y LUZ.
Eso es algo que se ve en sus colecciones: no hay nada vaporoso en ellas y sí una muestra continua de audacia e inteligencia. Lo que hace Sarah Burton son obras de arte de alta costura, entreveradas de una maravillosa y onírica fantasmagoría; como si los materiales (la organza, la seda y el cuero) estuvieran al servicio no solo de la propia confección sino de la misma biografía de su creadora, de la sombra y la luz. En alguna ocasión, se le han criticado ciertas similitudes de estilo con respecto a McQueen. “¿Pero qué se piensa la gente que hacía yo durante todos esos años? ¿Limpiar la oficina?”, se queja. Fue ella la que contribuyó a definir ese brillo salvaje que hizo célebre a la firma. Para ser una persona retraída, Burton no tuvo ningún remilgo en acompañar a McQueen en su demencial viaje a lo macabro: rígidos y ceñidísimos corsés, un chal con el esqueleto de un zorro bañado en oro, instrumentos de “bondage”, un kimono-paracaídas, vestidos de novia con cuernos... Fue Sarah quien lo ayudó a concebir estas creaciones y ha logrado mantener aquel imaginario. Pero, en cualquier caso, ella es muy diferente y no comparte con McQueen esa obsesión fetichista por las raíces de lo oscuro y la dominación. Lo oscuro en Sarah Burton está más enmascarado y es casi más sorprendente; nace espontáneamente de una faceta personal de optimismo y luminosidad. Sus fantasmas son más románticos, y los materiales que emplea, cada vez más y distintos entre sí, vienen a ser una celebración de la vida imperecedera y la naturaleza que se renueva continuamente a pesar de su carácter intrínseco indomable. Me atrevería a decir también que una mayor flexibilidad y ligereza en los pequeños detalles y la propia manufactura ha hecho que la firma llegue a un público nuevo y más numeroso. Su lealtad a Alexander McQueen es algo a prueba de bombas, siente devoción por lo que fue y está empeñada en que la empresa que él fundó siga rindiendo culto a su memoria, pero también tiene que seguir adelante. El trabajobajo tiene que continuar, ppues sabe que es lo que el propio diseñador