SERENIDAD.
¿Un soñador? “No, soy consciente del largo camino que he recorrido, pero me prohíbo a mí mismo tomarme demasiado en serio. Mi profesión no es mi vida. No soy un creador-diva que grita y hace volar teléfonos por los aires”. Sin embargo, sí tiene una visión muy clara de cuáles son sus desafíos. Hay que crear cuatro líneas al año (“uno nunca está a salvo de una mala colección”, advierte), impulsar la dinámica de trabajo, resolver, decidir, rediseñar las boutiques, gestionar la comunicación, ocuparse de la imagen...