EN CASA DE... CHIARA FERRAGNI.
SU ARMARIO ES UNO DE LOS MÁS ENVIDIADOS DEL MUNDO. ¿Y EL RESTO DE SU CASA? LA BLOGUERA MÁS FAMOSA NOS LA ENSEÑA.
Descubrimos el refugio en Los Ángeles de la bloguera más famosa del mundo.
Que Chiara Ferragni tiene buen gusto es evidente. Por lo menos para sus más de cinco millones de seguidores en Instagram, que siguen con fervor los pasos –y, sobre todo, los looks– de esta joven italiana creadora del blog “The blonde salad”, que la ha convertido en una de las personas menores de 30 años más influyentes del mundo, según la revista Forbes. Lo que para Chiara empezó siendo un pasatiempo en 2009 –simplemente se hacía fotos con la ropa que llevaba puesta y las subía a su blog–, mientras estudiaba Derecho en Milán, se ha convertido en toda una empresa que explota su imagen, en la que trabajan ya 14 personas (incluida su hermana) y que el año pasado facturó más de ocho millones de dólares. Y lo ha conseguido gracias a la publicidad y, sobre todo, a la venta de sus colecciones: zapatos, fundamentalmente, pero también camisetas, accesorios y hasta fondos de pantalla para relojes inteligentes. Sin embargo, a Chiara no le gusta que la definan como bloguera. Ella quiere ser considerada un icono de estilo y convertir su blog en una verdadera revista de “lifestyle”.
Semanas de la moda, sesiones de fotos para las revistas de moda más importantes del mundo, entrevistas o “shootings” para las marcas de las que es imagen –Pantene o Amazon–, o para su propia marca se suceden en su día a día. Llevando una vida casi nómada y un ritmo frenético, el hogar de la italiana tenía que ser, ante todo, muy cómodo. En octubre del año pasado dejó Milán para establecer su base de operaciones en Silver Lake, Los Ángeles, junto a su novio, el fotógrafo Andrew Arthur. “Adoro esta casa. Me enamoré de este sitio en cuanto lo vi. Los porches, la arquitectura... ¡Esta es una casa diseñada para una Rapunzel moderna!”, asegura.
ENTRE MICKEY Y EL “VINTAGE”
Por eso, ha decorado la vivienda con un estilo que define como “pop chic”. La inspiración surgió de Mickey Mouse, el ratón animado con el que Disney creó su imperio y al que la bloguera adora, hasta el punto de llevarlo tatuado en su muñeca. Sin embargo, su casa está muy lejos de ser Disneywold: al contrario, predominan el blanco y el negro, con pinceladas de azul y color madera. Eso sí, el famoso ratón también está presente. De hecho, es su objeto más
“Esta es una casa que parece diseñada para una Rapunzel moderna”, afirma la bloguera italiana.
preciado y el que más valor sentimental tiene para la pareja:un teléfono “vintage” que Chiara y Andrew compraron hace años en un mercadillo y al que ambos tienen un especial cariño.
El salón es una gran habitación, alargada pero estrecha, que han dividido en varios ambientes: la zona de sofás, para ver la televisión; el comedor, con una mesa redonda; y la zona de lectura, más cerca de la chimenea, en la que se encuentran un par de sillones italianos de los años 50, que han tapizado en azul y tienen patas de cobre. Son las piezas que dan sentido a toda la estancia.
Pero de puertas para afuera, Chiara también ha puesto especial cuidado en la decoración. El jardín trasero es una de sus zonas favoritas de la casa. No necesitó muchos cambios: solo un toque francés con unas sillas de bistró pintadas en azul y un cartel luminoso de Los Ángeles, que compraron en un mercadillo y crea un ambiente 100% californiano “vintage”. “Estos pequeños detalles han conseguido que el jardín esté aún más bonito”, confiesa.
Resulta extraño ver a Chiara Ferragni fotografiada en su casa y no a las puertas de un desfile y con decenas de fotógrafos alrededor. Verla en la intimidad la hace más cercana. “No siento presión ni tengo la sensación de no ser una persona normal. Creo que, aunque no sea ya alguien anónimo, no soy lo suficientemente famosa como para no poder seguir haciendo lo que quiera”, concluye.
1. En el jardín, una mesa con sillas inspiradas en las de los bistrós franceses, de Ballard Designs. El mantel es de Bottlecloth y el cartel luminoso de Los Angeles lo compró Chiara en un mercadillo.
2. Debajo, en el dormitorio de la bloguera destaca la lámpara de pie, de West Elm, y el cabecero de madera, que es una pieza vintage.