PLÁSTICO FANTÁSTICO
ESTÁN EN TODAS PARTES, ASÍ SON LAS NUEVAS TRANSPARENCIAS. POR C. CEÑA
Hasta febrero de 2017, cuando Calvin Klein presentó su colección del invierno, el plástico solo era concebible en los días de lluvia. Pero desde que Raf Simons lanzó su órdago (un abrigo amarillo cubierto de plástico transparente que fue portada de numerosas revistas) este material, en versión maleable, se ha convertido en un “must” de la sociedad de la transparencia. El káiser llenó su desfile de Chanel con capas, botas, sombreros, impermeables y bolsos traslúcidos como el agua. Y una de las últimas genialidades de Phoebe Philo antes de su marcha de Céline fue una “simple” bolsa de plástico que se ha convertido en uno de los complementos más virales de 2018. Oliver Roustieng, en Balmain, siguió la misma estela, pero con letras impresas en negro. Los chubasqueros, paraguas, zapatos... ya son habituales del “street style” y el “celofán” se ha adueñado de prendas y accesorios para todos los presupuestos, desde Armani a Jimmy Choo, pasando por Zara y Topshop. El retrofuturo pop de los 60 ya está aquí. Y se ha reinventado.