LOS PREMIOS CREANUNA TENSIÓN INÚTIL Y PUEDEN CONVERTIRSE EN ALGO TÓXICO”.
La vie en rose (2007), de Olivier Dahan. Cotillard cambió su voz para conseguir la ronquera característica de la cantante, logró emular su forma de andar encogida y su diminuto cuerpo devorado por el cáncer. “Ella se metió dentro de mí como si fuera un espíritu, en cuanto me puse delante de la cámara –cuenta–. Fue tan intenso que luego me costó meses deshacerme de ella”.
La lluvia de premios fue imparable: un Bafta, un Globo de Oro, un César, un Premio Lumière (los Globos de Oro franceses). Y el Oscar. Es la primera actriz francesa que lo ha conseguido por una interpretación en su idioma. “La promoción fue maravillosa. Pero obtener el reconocimiento de tus compañeros de profesión fuera de tu país es una recompensa fantástica”.
A partir de entonces, se le abrieron las puertas de Hollywood. Rodó, entre otras películas, Enemigos Públicos, con Johnny Deep; Nine, con Nicole Kidman y Penélope Cruz; El caballero oscuro, con Gary Oldman y Michael Caine; Midnigt in Paris, dirigida por Woody Allen y… Aliados, con Brad Pitt.
Fue precisamente durante el rodaje de esta última cuando los paparazzi dispararon sobre ella, habitualmente muy discreta sobre su vida privada, y se difundió el rumor de que ambos actores podrían haber mantenido un romance que desencadenó la ruptura de