MUCHOS MATRI MONIOS NOSON HORRIBLES, PERO TAMPOCO FELICES.
La actriz Monica Bellucci tuvo su primer novio a los 14 años y no volvió a estar sin pareja hasta que se divorció de Vincent Cassel, después de 17 años de vida en común y dos niñas. En aquel momento, se encontraba al borde de los 50. “Por primera vez en mi vida estoy soltera –explicó algún tiempo después–. La que he tenido con Vincent ha sido mi relación más larga. Y desde el primer chico con el que estuve, con 14 años, he estado prácticamente siempre con alguien”. Como el suyo, cada vez hay más casos. El número de divorcios entre mayores de 50 años no deja de crecer en España: según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística, de hecho, en los últimos tres años se ha incrementado en un 30%. Los sociólogos lo explican por varios factores: para empezar, hoy tenemos una vida más larga que décadas atrás y no solo vivimos más, sino que cumplimos años en mejores condiciones de salud y, en el caso de las mujeres, con una autonomía a todos los niveles que no conocieron nuestras madres ni nuestras abuelas. El bienestar, por otra parte, se ha convertido en un objetivo irrenunciable y, tal como explica Pepper Schwartz, profesora de Sociología de la Universidad de Washington (EE.UU.) y estudiosa de las relaciones familiares en la edad adulta, “aunque muchos matrimonios no son horribles, tampoco son satisfactorios, cariñosos ni, muchos menos, enamorados. Y cuando nos encontramos alrededor de los 50 o 60 años de edad nos acabamos preguntando: “¿Realmente quiero otros 30 años de esto?”. La respuesta a esa pregunta es, cada vez con mayor frecuencia: “No, gracias”. ¿Nidovacío,parejasrotas? Las estadísticas del INE dicen también que, antes de decirse adiós y seguir caminos separados, las parejas han compartido colchón y mando a distancia una media de 20 años y, en la mayoría de los casos, han tenido hijos. “Uno de los frenos psicológicos que más llevan a que un matrimonio que no está bien se resista al divorcio es el impacto en los hijos, sobre todo si son menores –explica Pilar Conde, psicóloga y directora técnica de Clínicas Origen–. Cuando se independizan y son mayores de edad, deja de ser un freno