Qué podemos hacer
Los hijos esperan que el padre asuma un rol de adulto protector. No hay que dudar en fijar límites cuando hace falta: poner límites significa cuidar.
El padre debe rescatar tiempo para hablar con sus hijos y la madre tiene que favorecer esa comunicación. Si la función paterna se resuelve bien, la relación con los otros será más segura y no se crearán vínculos de sometimiento.
Cuando la función paterna ha tenido graves alteraciones, la feminidad y la masculinidad se viven de manera conflictiva.