DIABETES
Una de sus muchas consecuencias es la aparición de dificultades sexuales. Sin embargo, mientras que en el caso de los hombres está sobradamente estudiada su relación con la disfunción eréctil, los estudios sobre sus efectos en la sexualidad femenina son escasos. Se ha descrito cómo los elevados niveles de glucosa en la sangre pueden causar fatiga, que puede conllevar una disminución del deseo sexual; también produce sequedad vaginal lo que a su vez supone dolor durante las relaciones. La explicación hay que buscarla en la microcirculación: una diabetes mal controlada deteriora los pequeños vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas. “Además, está demostrado que la depresión es más frecuente en mujeres con diabetes y que esta afecta a la libido y la capacidad para alcanzar el orgasmo”, explica el dr. Luis Ávila Lachica, vocal de la junta directiva de la Sociedad Española de Diabetes (SED). Otro aspecto que puede alterar la normalidad de la actividad sexual es que las infecciones vaginales y las de orina son más frecuentes en la mujeres con diabetes. “Se ha relacionado con los cambios del pH vaginal que habitualmente es de 4.5 y que por encima de 6 predispone a las infecciones por convertir la vagina en un caldo de cultivo para los hongos y bacterias”, aclara el dr. Ávila Lachica.
¿Qué podemos hacer? En primer lugar tratar la depresión si la hubiera. En segundo, mantener un adecuado control de la glucemia. También es fundamental una adecuada higiene íntima, pero esto no significa lavarse más, puesto que una excesiva higiene elimina la flora vaginal normal y da una oportunidad a los hongos para infectar la vagina y la orina. En caso de sequedad vaginal, los geles pueden ser de gran ayuda y permiten disfrutar de relaciones sin dolor. | 49