Una alarma en tu móvil
En nuestro descargo, podemos alegar que, según los datos de la OMS, lo mismo está pasando en el resto del mundo, y que no somos los únicos a los que el amor por el bronceado está metiendo en problemas. Cada año se diagnostican 132.000 nuevos casos de melanoma en nuestro planeta, una cifra elevada que nos hace preguntarnos si estamos aprendiendo la lección o si, dentro de 40 años, estaremos igual o peor que ahora.
¿Sabemos por fin defendernos del sol? “En concienciación hemos avanzado bastante- asegura el dr. Alberto Conde Taboada, jefe del Servicio de Dermatología de la MD Anderson Madrid-. Hace años no existía ningún tipo de conocimiento de este tema y ahora sí lo vamos teniendo, sobre todo en gente que está en riesgo de padecer un cáncer de piel porque tiene algún antecedente familiar. Aunque seguimos manteniendo la cultura del bronceado en la que identificamos estar guapos con estar morenos, y eso lleva a que sigamos poniéndonos al sol más de lo estrictamente recomendable”. Conociendo al enemigo El cáncer de piel es el más fácil de prevenir que existe: basta con no abusar del sol para evitar sufrirlo. Pero parece que, con tal de volver a la oficina con un tono tostado, algunos están dispuestos a correr ese riesgo. “Aún no hay conciencia de que el bronceado es, en realidad, una señal de lesión en la piel. La piel reacciona ante un daño solar produciendo melanina, bronceándose, y eso desencadena una serie de daños acumulativos que terminan pasando factura”, explica el dr. Agustín Buendía. Esa factura, si es elevada, se llama cáncer de piel: 74.000 españoles la pagan cada año en nuestro país, en forma de diagnóstico de cáncer de piel no melanoma; 4.000 reciben peores noticias: padecen melanoma, la modalidad de cáncer responsable del 90% de las muertes provocadas por esta enfermedad.
Haciendo un repaso de los rayos solares más dañinos para nuestra piel, la lista la encabezan, sin lugar a dudas, la radiación ultravioleta B y A. La UVB provoca mutaciones en el ADN cutáneo y la UVA, radicales libres que dañan el ADN y otras estructuras celulares. “La radiación UVB es más mutágénica y, por lo tanto, más inductora de cáncer, aunque se ha demostrado que también la radiación UVA contribuye a la génesis de cáncer de piel”, explica la dra. Yolanda Gilaberte, vicepresidenta de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Para que nos hagamos una idea de la importancia del efecto que estas radiaciones provocan en la piel basta con recordar un dato: son las Se llama UV-Derma y es una aplicación gratuita realizada por la Universidad de Málaga en colaboración con la Fundación Piel Sana. Te ofrece datos ajustados a tu caso particular y te informa, tras consultar las condiciones metereológicas del lugar en el que te encuentras y la hora que es, de cuánto tardará tu piel en quemarse. Además, entre otros datos interesantes, ofrece información sobre fotoprotección para niños y deportistas y te explica los signos a los que tienes que estar atenta.