Escucha a tu cuerpo
Antes de que aparezcan el sobre entrenamiento o la lesión, nuestro cuerpo presentará una serie de síntomas. Por ese motivo, debemos escuchar a nuestro organismo. Estos son algunos ejemplos de señales que debemos interpretar y tener en cuenta. Pulsaciones altas al despertar. Los deportistas profesionales, miden a diario, a primera hora, sus pulsaciones, y así conocen cuál es su media. Si, durante tres o cuatro días seguidos, las pulsaciones son elevadas, es una señal de sobreesfuerzo: es necesario descansar o disminuir la intensidad del ejercicio hasta que el pulso se estabilice. Calidad del sueño. Este factor es otro síntoma importante de fatiga. Si, a pesar de estar muy cansados, no dormimos bien y nos despertamos con frecuencia, atentos: puede indicar un estado de sobre entrenamiento. Dolor de rodillas al bajar escaleras. Este síntoma se relaciona con riesgo de lesión en el cartílago de las rodillas. Bajar escaleras es un estrés importante para la rótula, de manera que si los músculos no funcionan adecuadamente o la posición de la rodilla no es correcta al movernos, se puede dañar el cartílago, provocando condromalacia rotuliana. Si notamos molestias, debemos disminuir la actividad física y ponernos en manos de un profesional que nos ayude a reforzar y corregir de cara a evitar problemas mayores. Dolor lumbar. Los episodios frecuentes de lumbalgia pueden ser la señal de una lesión mas seria como una protusión o hernia discal. En este sentido, si notamos que nos levantamos doloridos y, a lo largo de día, vamos mejorando, debemos interpretarlo como un síntoma de inestabilidad en la espalda. Para tratarlo, trabajaremos la zona del core y nuestra postura. Igualmente, debemos consultar a un profesional