EL AMOR MATERNAL ES LA ENERGÍA MÁS PODEROSA QUE HAY. ESTOY FELIZMENTE AGOTADA”.
altos cargos, para que las tomen en serio, acaban adoptando una posición masculina. Ahí no está nuestro poder. Hablo en líneas generales, pero creo que es un error. La mujer tiene herramientas de sobra para hacerse escuchar y dominar una situación; pero desde otro lugar. ¿Cree en el teatro como instrumento de denuncia social? Por supuesto. Todo el arte está para eso, para despertar conciencias y plantear preguntas. Y dentro de las artes, el teatro intenta que el espectador salga de la sala con preguntas y reflexiones que le muevan cosas, en la mente, en el corazón o en el instinto. En este momento, en el que las mujeres están hablando alto y claro, ¿se considera usted una mujer combativa? Siempre me he sentido implicada, no solo ahora. Ahora se nos está concediendo el espacio para ser escuchadas, pero la mujer lleva reclamando sus derechos toda la vida. ¡Ya está bien! Los derechos tienen que ser los mismos. Cualquier otra cosa es inaceptable. ¿Le duele más, ahora que es madre, la situación del mundo? Sí, claro que sí. Es que cambia todo cuando eres mamá. Yo nunca he temido a la muerte, y ahora... Hay algo que está mucho más susceptible. El telediario siempre me ha revuelto, pero ahora me enferma. Refleja lo más oscuro del ser humano y me entristece pensar qué mundo dejamos a las siguientes generaciones. ¿Ser madre nos hace más fuertes o más vulnerables? Las dos cosas. Esta dimensión del amor es la energía más poderosa que hay; lo que se siente hacia un hijo yo no lo sé describir con palabras –cuando lo intento me siento absurda–, tanto en el plano de la entrega como en el de la de recompensa. Es una revolución salvaje. Me imagino que, con el tiempo, las cosas se equilibrarán, pero, en estos primeros años, es un ser que depende de ti para todo, y estás ahí, al 100% y felizmente agotada. En Las amazonas, Pentesilea se enamora de Aquiles. A veces se enamora uno de quien menos espera… Claro. Uno puede estar más predispuesto al amor o más deseoso de pareja, pero si no llega, no llega. O al contrario, te puedes cerrar en banda y que el amor llegue y vayas de cabeza. El amor no va a la carta: viene como viene y uno reacciona como puede. Cuando aprieta, ahí vamos todos sin pensarlo. Y cuando llega de esa manera, ¿puede con todo? Yo creo que sí, que dentro de nuestras energías, no hay nada que movilice como el amor. Dice Magüi Mira sobre Las amazonas que “enamorarse es un peligro” ¿Qué opina? Conlleva sus riesgos porque una pone ahí su corazoncito desnudo; pero yo estoy encantada de correr ese riesgo. Con otras cosas soy más prudente, pero en cuestiones de amor me he sentido siempre muy salvaje. Es lo que más me alimenta, más incluso que mi profesión, que adoro. Por encima de actriz, soy persona y lo que más me alimenta son las relaciones humanas. Cuando estás en momentos límite... Por ejemplo, cuando he sufrido circunstancias de salud delicadas, lo que te viene a la cabeza no son los logros, ni las películas: las personas son lo que más pesa. En Mérida actuará junto a su pareja, Xabier Murúa. ¿Eso lo hace más fácil o al contrario? Ya hemos trabajado juntos en La cocina, en el montaje de Sergio Peris-Mencheta. Y tiene una parte de confianza, pero también es una hoja de doble filo: normalmente, cuando sales del ensayo, necesitas desprenderte de lo que ha pasado, así que descansas y te olvidas. Pero cuando trabajas con la pareja es más difícil, porque te vas a casa con tu compañero de escena. Su hija podrá contar historias de su niñez entre bambalinas… No lo sé. Tiene muchas papeletas, no ya para ser actriz, sino para estar muy en contacto con la cultura y la interpretación; pero si me preguntan si me gustaría que fuese actriz... Yo lo que quiero es que, cuando sea mayor, se levante con ilusión para ejercer el oficio que haya elegido y que vuelva a casa pletórica al final del día. Pero crecer en ese ambiente será muy enriquecedor. ¡Claro! Si un día tengo que ayudar a mi hija con los deberes de matemáticas, no tengo nada que hacer. Pero espero que esté en contacto con la pintura, la danza, la poesía..., y en eso estamos mucho más empapados. Es muy saludable el contacto con el arte y el teatro,