“La música es, para nosotros, una extraescolar. Y Candela empieza a llevar la batuta”
JUDITH SALADRIGAS y EDUARDO NEBOT, padres de CANDELA (13 años)
“Candela ha crecido rodeada de música. Aprendió a disfrutarla desde muy pequeña –dice Judith–. Un día, decidimos hacer una canción entre los tres. Nos fijamos en el tema de los animales y nos pusimos a buscar información sobre bichos curiosos a los que cantarles, con rimas que nos hiciesen gracia y un tono que se alejase de lo que suele llamarse música infantil”.
Así compusieron su primera canción, Avutarda, ser amiga tuya farda. Y se divirtieron tanto haciéndolo que formaron un grupo, Candela y los Supremos. Pronto recibieron una oferta del proyecto Minimúsica para grabar un disco. “Gracias a eso, tuvimos la oportunidad de tocar en lugares increíbles –dice Judith–, como el Primavera Sound, del que somos asiduos. Este año se juntaron en su escenario Candela, Edu y su abuelo, de más de 80 años, a tocar unas versiones de la maravillosa Amy Winehouse. Verlos a todos en escena fue bestial”. Candela también disfruta de la emoción del directo: “Recuerdo la primera vez que subí a un escenario con mis padres: ¡me sentía súper Beyoncé! [Risas]. Fue una sensación muy guay, y más al ver que los niños y los padres del público se sabían las canciones que habíamos compuesto en casa, para divertirnos”.
Ahora, el grupo se ha disuelto, pero Edu, Judith y Candela siguen tocando en familia. “Para nosotros, la música es una extraescolar de fin de semana con la que nos divertimos . Y ahora es Candela quien empieza a llevar la batuta”, dice Judith. “No sé si algún día me dedicaré a esto –replica la niña–; pero sí que no perderé la afición por la música, y mis padres tampoco”.
La adolescente, que ya tiene sus propios gustos, mantiene muchas charlas musicales con Eduardo.
“Soy fan de mi padre, toca muy bien, pero cuesta un poco sacarle de sus gustos. Estamos en ello”. De momento, están terminando un trap tipo Rosalía que demuestra que la música en familia también cambia y evoluciona.