LA FAMILIA QUE SE DIVIERTE UNIDA...
Compartir aficiones con nuestros hijos es una de las claves para encontrar la felicidad a largo plazo. Y estas seis familias, que han hecho piña en torno a diferentes hobbies, son la mejor prueba.
Eleonor tiene solo siete años, pero hace ya cinco que empezó a aplaudir cada vez que aparecía en la tele el logo de 20th Century Fox. Para ella, era la señal de que estaba a punto de entrar por la pantalla el universo de Star Wars, que su hermana y su padre le descubrieron siendo aún un bebé. Es una de las aficiones que comparten y que les ha llevado a recorrer juntos convenciones, exposiciones y encuentros donde se respira pasión por los personajes e George Lucas.
No son ninguna excepción: el último barómetro del
CIS dice que la actividad preferida por los españoles en su tiempo libre es estar con la familia (fue la respuesta del 71% de los encuestados). Pero, además, pertenecen al afortunado porcentaje de personas que cuenta con todas las papeletas para ser feliz; así lo indica un proyecto de investigación de la Universidad de Harvard (EE. UU.), que asegura que el mejor indicador de felicidad a largo plazo son las relaciones con la familia y con los amigos. Y cuando se comparten aficiones en casa, se tienen ambas cosas a la vez. “Los hobbies en familia pueden hacer que desaparezca la relación jerárquica entre padres e hijos –explica Francesc Núñez, sociólogo y director del máster de Humanidades de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)–. Es como ir a otro lugar donde hay nuevas normas y valores, y el hijo puede ser no solo un igual, sino incluso superar a los padres. Por eso, las aficiones permiten otra relación”.
Los padres e hijos que comparten afición, en efecto, aseguran que no lo cambiarían por nada: les divierte, hace que la disciplina y la rutina desaparezcan durante un rato, es un lugar feliz en el que caben todos. Y ellos mismos nos explican por qué les hace tan felices.