CONVIVIR sobre ruedas
¿Se te ha ocurrido pensar cuántas horas pasas en el coche llevando a tus hijos? ¿Y qué ocurre durante ese tiempo compartido? Las marcas de automóviles se han propuesto que sea cada vez más divertido y seguro.
De casa al colegio. Del colegio a las extraescolares y, luego, al polideportivo antes de volver de nuevo a casa. Y los fines de semana, partido de fútbol o de baloncesto, cumpleaños, cita en casa de unos amigos, tarde de cine... Sumados así, los trayectos que los padres hacen para cumplir con la agenda de sus hijos no parecen mucho, pero te equivocas. Porque en realidad, cada año recorren una media de 2.100 kilómetros solo como chóferes de sus hijos, es decir, algo más de lo que supondría viajar de Santander a Algeciras, ida y vuelta. Este sorprendente dato lo ha calculado la marca Opel-Vauxhall, tras realizar una encuesta en el Reino Unido entre más de 2.000 padres y madres.
Los kilómetros recorridos como chóferes familiares son muchos, pero el cálculo de las horas que dedicamos a los traslados de los hijos en el coche es aún más inesperado: 286 horas al año, casi dos meses de jornada laboral. Este trabajo (no remunerado, por supuesto) suma los trayectos de un lugar a otro, pero también los dos días hábiles completos que dedicamos a esperarlos mientras salen de clase o terminan sus actividades. Seguro que solo los chóferes de las celebrities están más tiempo al volante de sus limusinas.
Un espacio para confidencias
Pero todo ese tiempo puede resultar muy fructífero en la relación con los hijos. Al fin y al cabo, un coche es un espacio cerrado, cercano y compartido que ofrece una vinculación muy especial. Casi la mitad de los padres (49%) se ríe con los pequeños en el coche, según la
citada encuesta. La música suele ser un nexo de unión y diversión entre padres e hijos durante los trayectos, aunque un 25% admite que la selección de canciones también puede ser un punto de discusión. Casi una quinta parte de los encuestados (22%) aprovecha los viajes en el coche para escuchar las conversaciones que sus hijos mantienen con otros niños. Y para un 17% es el momento perfecto para interrogar a los adolescentes sobre su vida amorosa, aprovechando que no pueden salir corriendo para no contestar.
Además, casi un tercio (31%) declara que los momentos que pasan en el vehículo con los menores les proporcio- nan un tiempo de calidad que no obtienen en ningún otro lugar, por la cercanía y la intimidad de este espacio cerrado. Y casi la mitad (48%) afirma que los trayectos en el automóvil son una manera excepcional de descubrir más acerca de sus hijos. La inmediatez de las situaciones, justo a la salida del colegio, es el momento perfecto para que se desahoguen y cuenten lo ocurrido a lo largo del día.
El creciente tiempo que pasan las familias en su vehículo ha animado a las marcas a crear modelos más cómodos, con mayores prestaciones y capacidad en su habitáculo y maletero, y a ofrecer en ellos innovadores tecnologías que facilitan la vida y hacen esas horas más amenas, siempre conectadas con el exterior. ●