“Somos de Pamplona y nos piden discos en Japón”
Lo más emocionante de la explosión de bandas de mujeres es que su onda expansiva no solo llega a las chicas de 20 años: es intergeneracional. En Melenas –un grupo de treinteañeras de Pamplona–, Leire y Laura habían tenido ya experiencias en otras bandas antes de 2016, fecha del “nacimiento” del grupo, pero para Oihana y María era la primera vez. Su estilo: indie-rock, garaje, teclados algo lisérgicos y esencia vintage. “Todo esto nos ha pillado mayores y con la vida ya organizada en torno a otros trabajos –explica
Oihana–. No sé por qué no nos decidimos antes, pero tiene que ver con que solo hace cinco o seis años abrió el Nébula, un garito de Pamplona donde hay conciertos cada semana”.
Más factores que llevan a las mujeres al rock: “En una ciudad pequeña es fácil que los colegas te presten los instrumentos o el local de ensayo cuando quieres empezar. Además, no tenemos hijos: por lo que veo en otras bandas, requiere un esfuerzo enorme viajar para tocar cada fin de semana cuando tienes familia. No llevamos la vida que se ha establecido para las mujeres de nuestra edad”.
En realidad, nada en Melenas está preprogramado: “Queríamos pasárnoslo bien, nada más, pero se nos ha ido de las manos [Risas]. Jamás soñamos con grabar o viajar al festival SXSW de Austin (Texas). Nos sigue pareciendo alucinante que nos compren discos desde Japón”. No se libran, sin embargo, del machismo. “A veces sientes que creen que no tienes ni idea. O piensan: “A ver qué hacen”. Pero cada vez menos”.