DISTOPÍA
Kentukis.
Samanta Schweblin, Literatura
Random House.
“Había que esperar a que el kentuki se conectara a los servidores centrales y a que este se lineara con otro usuario, alguien en alguna otra parte del mundo que deseara ser kentuki”. Así son estas mascotas tecnológicas, objetos de deseo que permiten conectarse con desconocidos. Como magistral cuentista que es, la autora va alternando diferentes historias, cuyos protagonistas agudizan su desolación al entregar su intimidad a golpe de click.
Una estupenda parábola distópica, que habla de la relación de alienación que mantenemos con la tecnología.