ÍÑIGO PAN DE SORALUCE.
Propietario de Fit Food. Este empresario disfrutó de una infancia rural en Candeleda (Ávila), donde su padre era criador de caballos. Pero los aviones le fascinaban más que los equinos y durante unos años quiso ser piloto comercial. Se marchó a Miami para completar horas de vuelo y allí se involucró en temas de bienestar y acabó importando el concepto americano, explica mientras mira y remira un anorak de Woolrich, hasta que se lo prueba. “Es perfecto para mi ritmo de vida, lo puedo llevar en moto, por la noche… Me gusta lo sencillo y lo clásico, y siempre con zapatillas. Entiendo la moda como entiendo Fit Food: quiero que nos haga sentir bien todos los días”, dice este treintañero que abrió su primera tienda de zumos de fruta y verdura orgánica hace ya cuatro años.