PARA LAS EMPEDERNIDAS
En los casos más graves se manejan estas opciones:
Tratamiento farmacológico. En la actualidad existen dos fármacos: brupopión y vareniclina. El primero es un antidepresivo que actúa sobre los núcleos que liberan dopamina del cerebro lo que disminuye el deseo de fumar. La vareniclina interfiere con los receptores de nicotina disminuyendo el placer que una persona consigue al fumar. “Según nuestra experiencia entre las mujeres funcionan mejor estos tratamientos no nicotínicos”, asegura el dr. Josep María Ramón Torrell.
Estimulación magnética Transcraneal. Es un procedimiento que aún está en fase experimental, pero según un estudio realizado en el Hospital of Hangzhou Normal University (China) estimular a través de un campo magnético determinadas áreas del cerebro ayuda a dejar de fumar. “Los resultados son prometedores: un 90% de los participantes del ensayo abandonó el hábito”, señala el dr. Julio Prieto, neurofisiólogo de la Unidad de Tratamiento de la Ansiedad y Depresión de Vithas Internacional.