ABC - Mujer Hoy

El poder de la melena

Es el arma de belleza número uno y da a las mujeres seguridad y confianza. Cinco grandes estrellas de la pantalla nos cuentan cómo trabajan con su cabello y cuáles son sus cuidados favoritos.

- Por ELENA CASTELLÓ Fotos: VALERO RIOJA Estilismo: VERÓNICA SUÁREZ

Es una de las señas de identidad que nos distingue. Para la actriz María Castro, su melena pelirroja era un quebradero de cabeza cuando era niña. “Me llamaban Pippi Calzaslarg­as y mi madre me hacía trenzas que yo deshacía a la puerta del colegio”, recuerda. Hoy, la fuerza y el color de su melena son los ingredient­es fundamenta­les de su look. “Poco a poco aprendí a amar mi pelo y creo que ahora ya no podría tener otro. Necesito verme tal como soy, mi melena forma una parte más de mí e incluso de mi autoestima y mi fortaleza”, añade la actriz, que está en pleno rodaje de la serie Amar es para siempre, con un papel protagonis­ta, Natalia Medina, que conserva sus largos rizos cobrizos. No ocurre así con el personaje de Un hombre en pijama, una película de animación basada en las tiras cómicas de Paco Roca que protagoniz­a junto a Raúl Arévalo y en la que pone tanto la imagen (aunque esta vez sea con melena morena y lisa) como la voz.

Esos cambios bruscos de imagen son muy habituales en Miriam Giovanelli, que se transforma en función de sus papeles. “El pelo es una herramient­a fundamenta­l a la hora de trabajar. Intento cambiar de aspecto según cada personaje. Cada uno me pide un look diferente”.

Exigencias del guion

Su transforma­ción más espectacul­ar consistió en teñirse de rubio platino para hacer de Patricia en Velvet. Aunque ya había jugado con el moreno y el pelirrojo tiempo atrás en la misma serie. Hoy está rodando otra, Caronte, con Roberto Álamo y Carlos Hipólito, y es la primera vez que actúa con el cabello más parecido al suyo. “Porque el personaje me pedía un color más natural”, dice la actriz, que interpreta a una abogada penalista recién licenciada que se dedica a salvar personas inocentes acusadas injustamen­te. También tiene pendiente de estreno

El año de la plaga, una película de Carlos Martín, con una imagen muy cercana a la suya. “El pelo es para mí un vínculo muy importante con mis personajes. Es una forma de darles vida”. Aunque le ha atraído más de una crítica en las redes sociales.

“Hay que aceptar los juicios constructi­vos, porque son los que aportan cosas. Y vives más cómoda contigo misma porque se trata, en realidad, más del ojo del que mira que del tuyo”, reflexiona.

Para Berta Vázquez, el cabello también es una seña de identidad. Hasta tal punto que cuando rodaba la película Palmeras en la nieve le pidió al director que no le rapara la cabeza, algo que su personaje tenía que hacer. Finalmente no sucedió. “Es lo que más me habría costado”, confiesa. Pero la protagonis­ta de Vis a vis sí ha aparecido en unos episodios de esta serie con una trenzas rastafaris. “De pequeña me costaba más aceptar mi pelo. Todas mis compañeras eran chicas de melena lisa y yo tenía esa pelea adolescent­e de querer ser igual que mis amigas. Pero me di cuenta de que no tenía sentido luchar contra la naturaleza y me lo dejé crecer. Y me encanta”.

Pero si hay una actriz que se sienta en sintonía con su cabello, esa es, sin duda, Ángela Molina. “Con los años va quedando menos –ríe–. No digo que sea una preocupaci­ón, pero sí empiezo a notar que tengo poco pelo. Me siento tan identifica­da con mi melena que, cuando me la corto, parece que me falta algo. Aunque viene bien hacerlo, prefiero que crezca y que me acompañe. En mi vida lo he llevado siempre largo, igual que mi madre”. Ahora se lo ha dejado con su color natural, canas incluidas. “Pero no digo de este agua no beberé: a lo mejor me lo tiño en algún momento, pero me gusta dejar que fluya con la naturaleza. Lo más radical que me he hecho en el pelo para una película ha sido cortármelo recto y corto, tipo años 20 y rapado por detrás. Me quedaba genial, pero me sentía desnuda”, recuerda la actriz, que acaba de presentar un proyecto teatral con el director Robert Lepage: Imperio, un montaje interdisci­plinar sobre Macbeth, que se está exhibiendo en museos de ciudades europeas. Y este enero le espera la serie La valla, junto a su hija Olivia.

Para Paula Echevarría, embajadora de Pantene desde hace años, su melena es el 50% de un look. “Puedes llevar un maquillaje perfecto o un vestido ideal, pero si el pelo no está bien, estropea todo lo demás”, dice la actriz, pendiente del estreno de la miniserie Los nuestros 2. También acaba de rodar Si yo fuera rico, una película que dirige Álvaro Fernández Armero. Echevarría se fija mucho en cómo construir un personaje a través de su cabello: “Cuando actúas, te alejas mucho de ti. Por eso trabajo con pelucas y extensione­s. Intento evitar que se toque mi pelo mientras doy lo máximo de mí misma”. ●

“Siempre he llevado el pelo largo, igual que mi madre”. Ángela Molina

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