DE PADRES A HIJOS

Inspirado por su reciente paternidad, el escritor concibió Umbilical, un libro que conversa con su pasado y el futuro de un bebé de la pandemia.

Umbilical, el libro más reciente de Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977), es un texto que narra el embarazo, nacimiento y primeros meses de su hijo Telmo, motor del proyecto y principal destinatario. “Cuando no esté aquí, me encantaría que mi hijo escuchase la historia de su llegada al mundo. Nadie más se lo va a contar y su madre y yo lo iremos olvidando. Además, tratar con un recién nacido despertó la curiosidad sobre mi etapa de bebé y las lagunas que tengo en ese relato. Por eso, el libro se mueve en dos sentidos cronológicos: hacia el futuro, para cuando

Telmo quiera escuchar su historia, y hacia el pasado”.

Odiseo y Telémaco, Eneas y Anquises, Abraham e Isaac... Las relaciones paternofiliales han sido una constante en la literatura. Tanto, que hacen difícil aportar un nuevo enfoque a algo tan convencional. El escritor argentino, sin embargo, lo logra. “Lo que llamamos universal está sometido a transformaciones. ¿Siempre ha habido amor? Sí, pero no siempre lo hemos vivido igual. Cuando pensamos qué queda por contar sobre el tema, la respuesta es “todo”: todo nuestro presente, que no ha sido narrado por esa tradición”, reconoce.

La clave de Umbilical es que, a diferencia de las obras que firmaron Jorge Manrique o Franz Kafka, esta vez es el padre el que le habla al hijo. “Nos han convencido de que el territorio de los bebés es exclusivo de las madres y es verdad que la biología contribuye a ello, pero también hay un fuerte componente cultural y de género –asegura Andrés Neuman–. Esa barrera es la que hace que apenas haya literatura escrita por hombres referida al amor por los bebés. Es como si para el patriarcado, por llamarlo de algún modo, el amor empezase cuando ya están la razón y la palabra”.

El nacimiento de un hijo lleva asociada la paradoja de que su presencia pone de actualidad todas las ausencias familiares, incluso las que parecían superadas. “Un bebé aterriza como un meteorito, remueve la tierra y, bajo ella, hay muertos. Aunque tenía el duelo por el fallecimiento de mi madre ya elaborado, se reabrió al darme cuenta de que, por mi lado, Telmo no tendría abuela. Sentirse huérfano cuando acabas de ser padre es muy raro. Sin embargo, al mismo tiempo, sentí la renovación de la misión literaria. Para que mi hijo tenga abuela, hará falta que yo se lo narre porque así es como hablan los fantasmas, a través de nuestros relatos”. Neuman llegó a España cuando sus padres se exiliaron de Argentina por la dictadura de 1976. Por su parte, Telmo, nombre en el que resuenan ecos de ambos lados del Atlántico, nació en plena pandemia. Dos épocas difíciles en las que la vida se abre paso. “Los que hemos tenido hijos pandemials pensamos: “Vaya momento para ser padres”. Pero ahí están las mujeres de Ucrania que, en mitad de los bombardeos, dan a luz”.

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