DIETA MEDITERRÁNEA: EL SECRETO ESTÁ EN EL PESCADO
Los productos del mar son pilares fundamentales de la dieta mediterránea y, gracias a la acuicultura española, son alimentos sostenibles que podemos incluir con frecuencia en nuestros menús
Hablar de dieta mediterránea es hacer referencia a una forma de alimentación cotidiana que toma consciencia del entorno, el bienestar personal y los productos que definen un territorio. Cuando pensamos en esta manera de alimentarse, lo hacemos teniendo presentes recetas, técnicas y sabores que nos anclan al lugar en el que vivimos. Y en eso juega un papel importante la acuicultura española, que es el cultivo de pescado para alimentar al mundo de una forma sostenible. En próximos años, la acuicultura ofrecerá productos acuáticos de gran calidad que permitirán que todo el mundo coma pescado sin sobreexplotar mares y ríos.
Aunque el recetario de la dieta mediterránea varía según la localización geográfica, esta tiene un elemento común: la presencia del uso en la cocina de pescado de acuicultura. Esta forma de conseguir alimento juega un papel fundamental porque permite del acceso durante todo el año al pescado, un alimento básico en nuestras comidas y cenas, tanto como ingrediente sencillo para la alimentación diaria, como para hacer algo muy nuestro: celebrar junto a seres queridos en torno a una mesa.
Cuando decimos “dieta mediterránea”, a la cabeza nos vienen esos sabores equilibrados y el uso de ingredientes buenos para nuestra salud por los nutrientes y micronutrientes que aportan. Hablamos de legumbres, frutas, cereales, verduras y sobre todo, de pescado y marisco, dos fuentes de proteínas de gran valor nutricional y fácil acceso que se pueden incorporar de mil maneras a la dieta.
Vivimos en un presente en el que el interés por la alimentación saludable nos está conduciendo a una manera de comer que recupera los productos sencillos, autóctonos y sin procesar. Esto se manifiesta en gran medida con nuestras elecciones a la hora de hacer la compra. La acuicultura española ofrece dorada, trucha, esturión, lubina o seriola todo el año, por lo que es la mejor forma de obtener pescado de calidad en cualquier momento.
La sostenibilidad es otra de las características que definen la dieta mediterránea y también, la acuicultura que se practica en España. Medioambientalmente, esta es sostenible porque emplea menos cantidad de energía, nutrientes, espacio y agua que la producción ganadera. En lo económico y social, además de que el precio final para el consumidor es asequible, la industria de la acuicultura atiende de forma sostenible a la creciente demanda de alimentos, poniendo el acento en una práctica milenaria que ya sirvió a nuestros antepasados para alimentar a una población en expansión.
La dieta mediterránea y la acuicultura española se caracterizan por su sostenibilidad