No renuncio a la ligereza.
Un impacto que recuerda citando a la poeta negra, feminista y lesbiana Audre Lorde: “La poesía no es un lujo. Es una necesidad vital de nuestra existencia. Crea la luz dentro de la cual afirmamos nuestras esperanzas y sueños de supervivencia, de cambio, primero a través del lenguaje, luego a través de la idea y finalmente de la acción más tangible”. En 2016, lanzó su propia organización benéfica, destinada a promover la escritura entre los estudiantes, y, al año siguiente, se convirtió en la primera ganadora del Premio Nacional Poeta Joven, que distingue a una promesa de la poesía estadounidense. Todo esto, incluso antes de graduarse cum laude en Harvard, en 2020, donde, gracias a una beca, realizó estudios de Sociología. Su trayectoria es ejemplar, supone la validación de la Generación Z, con un sentido innato del estilo y la comunicación. Fue sin duda lo que Jill Biden tenía en mente cuando se puso en contacto con ella para que hablara en la investidura de su esposo.
Gorman cambió algunos versos de su poema en el último minuto, afectada por el asalto al Capitolio por parte de seguidores ultra del presidente saliente, Donald Trump: “Vimos una fuerza empeñada en destruir nuestra nación en lugar de compartirla / Empeñada en derribar nuestro país para obstaculizar la democracia / Y ese objetivo casi tiene éxito / Pero si la democracia puede a veces ser obstaculizada / nunca podrá ser definitivamente derrotada”.
Los poemas de Amanda Gorman, a la vez líricos y accesibles, poseen la peculiaridad de ser dinámicos y estar en movimiento, siempre relacionados con la actualidad. Este año, también evocó en versos la masacre de la escuela