El humor en tiempos de guerra, según Hernán Zin
El reportero y escritor publica una novela sobre el absurdo de los conflictos armados
y ha sufrido en Congo, en Gaza, que ha sentido rabia, impotencia, que ha sentido dolor. Pero el humor te permite ir más allá en ciertos análisis, ser más punzante, mostrar más el ridículo. El humor tiene que empujar barreras, tiene que incomodar, tiene que hacer reflexionar, y yo quería hacer eso. Quería fomentar la risa, pero como un elemento de provocación y reflexión». Ya lo decía Woody Allen: el humor es tragedia más tiempo. Pero sólo los genios como él y los artistas dotados con una especial sensibilidad son capaces de transmitirlo. Con su novela, Zin lo logra, y eso, en literatura, es un paso de gigante. «Yo he dedicado mi vida a las víctimas de la guerra, pero toda experiencia humana se puede narrar desde el humor. Cuando tú llegas a Gaza, los primeros que tienen un humor negro que no te lo puedes creer son los palestinos. Cuando ves tanta desolación, o te ríes o te matas. Es un humor de supervivencia. Buscas algo cómico para reconciliarte contigo mismo. La gente que más admiro es la que en la adversidad mayor sabe sonreír. Es algo que llevamos en el ADN y está bien ejercitarlo. Es un mecanismo de defensa. El humor, en situaciones tan extremas, sale naturalmente, es algo que hacemos los seres humanos para no suicidarnos».
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