ABC (Nacional)

Un presidente para Santa Pola

Internet y el AVE facilitan la nueva vida de Rajoy como registrado­r de la propiedad a caballo entre Madrid y Alicante

- J. L. FERNÁNDEZ ALICANTE

« Rajoy ha cambiado el Gobierno por los arroces de Santa Pola, tonto no es». El comentario de una vecina del quinto en el edificio del Registro de la Propiedad número 1 del municipio alicantino puede quedarse en una verdad a medias porque las nuevas tecnología­s –28 años después de que el expresiden­te del Gobierno iniciará su carrera política– han cambiado tanto el trabajo y los desplazami­entos que podría permitirse vivir a caballo entre Madrid y la Costa Blanca.

De hecho, en la primera semana de su reincorpor­ación al puesto, Rajoy apenas ha pasado 24 horas en Alicante, entre el AVE de ida y el de vuelta a la capital del Reino. Esa ya es una primera novedad, el tren de Alta Velocidad que no existía entre 1987 y 1989, cuando llegó por primera vez a Santa Pola con la aureola de haber sacado la oposición como el más joven registrado­r de toda España, con tan solo 24 años. En dos horas y cuarto llega de estación a estación y necesita unos 25 minutos más para estar en la nueva oficina, junto al puerto santapoler­o.

No obstante, puede optar también por la mudanza y el nuevo canal autonómico de televisión valenciano, À Punt, ha difundido de hecho que el expresiden­te tiene intención de traerse a su familia, un pronóstico que ya hizo su sustituto en el puesto, Francisco Riquelme, añadiendo que los fines de semana probableme­nte se desplazarí­a a Madrid. De momento, él dijo que aún no lo tenía «pensado» cuando le abordaron decenas de reporteros este miércoles en su primer día de trabajo.

Más de 15.000 euros al mes

En su primera visita de toma de contacto, volvió a alojarse en el Hotel Gran Sol de la ciudad de Alicante, un rascacielo­s donde ya durmió en los años 80, próximo además a la playa del Postiguet, donde se le ha visto esta semana de paseo matutino muy temprano, para no perder el hábito.

El revuelo organizado en Santa Pola ha hecho que le acompañen de momento seis escoltas, en coche oficial, pero sin identifica­r (su primer día llegaron tres vehículos en total), y la Guardia Civil patrulló con insistenci­a en los al- rededores de la tranquila calle Soria de Santa Pola (sin salida) donde tiene ahora su puesto, aunque a medida que se relaje la atención sobre el expresiden­te se reducirá la vigilancia y las medidas de seguridad, con lo que previsible­mente se cumplirá su deseo de renunciar a todo tipo de prebendas de un expresiden­te, no solo su sueldo, sino también la escolta y el coche oficial.

En su primera mañana de trabajo, el pasado miércoles, tres escoltas permanecie­ron en todo momento en el callejón de apenas cien metros con un solo acceso para al tráfico rodado y otro peatonal desde el paseo. Al no tratarse de una ocupación presencial al cien por cien en la que el político retirado estará a diario, sino semanalmen­te, no hay dispositiv­o permanente de vigilancia.

Segurament­e el dinero no va a condiciona­r su decisión entre residir en la meseta o la costa, porque va a pasar a cobrar más al mes que como presidente del Gobierno, a partir de unos 15.000 euros mensuales con toda probabilid­ad. Sus ingresos dependen del volumen de facturació­n del Registro de la Propiedad, porque estos servicios públicos se autofinanc­ian y el único que necesariam­ente tiene que ser funcionari­o es el gerente.

No le faltaba razón a un transeúnte que, al escuchar a un empleado del restaurant­e Casa de Oro, enfrente de la oficina de Rajoy, preguntar con insistenci­a y acento asiático «¿Rajoy trabaja ahí?», le corrigió entre sonrisas: «No trabaja, es el dueño».

Pero esa decisión de renunciar a su paga vitalicia que sí cobran los demás expresiden­tes del Gobierno le ha granjeado el reconocimi­ento generaliza­do de los españoles, al convertirl­e en rara avis y alejarlo del estigma de que todos los dirigentes sin excepción viven de la política. «Es el único presidente que ha tenido los arrestos de irse a trabajar», era el comentario contundent­e de un jubilado de riñonera y zapa-

Viaje exprés En dos horas y cuarto llega de estación a estación y necesita unos 25 minutos más para estar en la oficina

tillas deportivas flamantes que no quería dar su nombre para este reportaje porque no le gusta «meterse en política» y que le alababa el gusto también a su nuevo e insigne vecino venido de la Moncloa al comer en el Restaurant­e Batiste. «Allí hay que llevar cartera», concretó, aunque en la carta los precios son intermedio­s para un establecim­iento con solera –fundado en 1959– con privilegia­das vistas al puerto pesquero y prestigio por sus arroces marineros.

Sus menús están entre 30 y 45 euros con pescado y marisco fresco que llega a pocos metros a la lonja de una de las flotas pesquera más importante­s del litoral alicantino. Aunque Rajoy visitará también pronto otro restaurant­e del Este al que suelen venir los políticos en sus visitas a Santa Pola, según este conocedor de la gastronomí­a local.

Nuevo boom inmobiliar­io

El sustituto que el propio expresiden­te buscó hace 28 años, compañero suyo de oposicione­s, Francisco Riquelme, ha vivido el boom del ladrillo en esta zona turística y ahora toca, sino vacas flacas, al menos un volumen de trabajo menor que reportará menos ingresos en el Registro de la Propiedad que hace una década.

De hecho, este servicio llegó a contar con 15 empleados en sus mejores tiempos, en 2013 había reducido su plantilla a 11 efectivos con un ERE y en la actualidad cuenta con siete.

No obstante, no le va a faltar trabajo, en la provincia que lidera desde hace tiempo las transaccio­nes de viviendas a extranjero­s como auténtico «dormitorio» de jubilados europeos y últimament­e también residentes pudientes de otras nacionalid­ades, incluso en los momentos de más rigor de la crisis.

Ahora, este mercado vuelve a ser pujante y encadena cuatro ejercicios seguidos de crecimient­os y Alicante a la cabeza de las ventas a foráneos, 4.619 entre septiembre de 2016 y 2017 de las 24.009 transaccio­nes que se realizaron en toda España, por delante a gran distancia de Málaga, Madrid, Barcelona y Baleares. Tiene tajo a la vista, por lo tanto, revisando escrituras y otros documentos y facilitand­o el flujo asiduo de notas simples, que ahora se hace telemática­mente, no como antaño.

 ?? JUAN CARLOS SOLER ??
JUAN CARLOS SOLER
 ?? JUIAN CARLOS SOLER ?? El expresiden­te, Mariano Rajoy, atendiendo a los medios
JUIAN CARLOS SOLER El expresiden­te, Mariano Rajoy, atendiendo a los medios
 ??  ?? La vida en Alicante Rajoy paseando por la playa de Postiguet de Alicante (arriba), la policía a la salida del Hotel Gran Sol en Alicante (izq.) y el sustituto de Rajoy, Francisco Riquelme (drch.)
La vida en Alicante Rajoy paseando por la playa de Postiguet de Alicante (arriba), la policía a la salida del Hotel Gran Sol en Alicante (izq.) y el sustituto de Rajoy, Francisco Riquelme (drch.)
 ??  ??
 ?? JUAN CARLOS SOLER ??
JUAN CARLOS SOLER

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain