Miles de británicos exigen otra consulta para seguir en Europa
Reino Unido ahonda en sus divisiones en el segundo aniversario de la votación sobre la UE
Cerca de 100.000 simpatizantes de la Unión Europea marcharon ayer por el centro de Londres para exigir al Gobierno británico que convoque un nuevo referéndum sobre el acuerdo final del Brexit. Dos años después de la histórica votación, en la que el líder ‘brexiter’ Nigel Farage declaró «el día de la independencia» de Inglaterra, los manifestantes llenaron las principales arterias de la capital ondeando banderas británicas, irlandesas, europeas y todo tipo de pancartas coloridas para pedir un nuevo «Voto del pueblo».
Las últimas encuestas no distan demasiado de aquel 52-48 por ciento a favor del Brexit de hace dos años ni de la brecha generacional que marcó aquella histórica votación. Según la agencia encuestadora británica Survation, seguir en la UE ganaría con un 52% en unas hipotéticas elecciones, aunque hace un mes la diferencia era aún más ínfima. Reino Unido está partido en dos, especialmente si se tiene en cuenta la edad de los votantes. En 2016, los mayores de 50 años, favorable en su mayoría al divorcio con Bruselas, decidieron el futuro de toda una generación que sí voto por seguir en la UE. Ahora –con datos de Survation–, si los menores de 50 años optan masivamente por el «Remain» (los jóvenes de entre 18 y 24 años, con hasta un 82%), los que peinan canas prefieren seguir fuera de la UE, en porcentajes que no bajan del 59% a partir de los 55 años. Setecientos treinta días después y a pesar de que pocos saben realmente qué significará el Brexit a partir del próximo 29 de marzo, no ha habido un claro cambio de opinión entre los británicos.
May pide unidad
«Unidad» puede que sea la palabra más utilizada por Theresa May en los últimos meses. A la primera ministra británica se le ha encargado llevar a puerto una de las empresas más complicadas de la historia de Reino Unido. Lo que seguro que ni ella misma se imaginaba es la dificultad máxima que se está encontrando en un camino repleto de baches y piedras que está dejando división en todos los estratos de la sociedad.
La «premier» británica pide unidad