García, aniversario y nueva exhibición
El español cumple 500 torneos mundiales y tiene dos golpes de ventaja en Sudáfrica
MADRID
Parece mentira el efecto que puede causar una simple semana en un jugador de golf. En concreto en Sergio García, que después de una primavera y un verano para olvidar se reencontró con su juego en la Ryder Cup y se ha convertido en un hombre nuevo. «A veces las cosas no se ven desde fuera y no se apreció lo que me costó acostumbrarse a la vida de casado con una hija –reconoció–. En cuanto lo hice y recuperé la tranquilidad en el campo, los resultados volvieron a fluir».
Esa reacción, que se apuntó en su último torneo americano, no le dio para clasificarse para los playoffs de la FedEx Cup, pero sí para impresionar al capitán europeo, Thomas Bjorn. Con la invitación para el torneo de París en el bolsillo, el castellonense disputó a gran nivel el Portugal Masters y se salió en el duelo posterior ante los estadounidenses, en el que ganó tres puntos y se convirtió en el máximo anotador de la historia del torneo.
A partir de entonces, todo ha salido rodado para él. En Valderrama se paseó y logró su tercera victoria consecutiva y, esta semana, va camino de hacer lo propio en Sudáfrica. Si en Sotogrande tenía la motivación añadida de ser el organizador del campeonato, en el impresionante complejo de Sun City cuenta con una doble. Por un lado, celebrar los 500 torneos puntuables para el ranking mundial que ya acumula y en el que solo ha salido de los quince primeros al final de año en cuatro de diecienueve ocasiones. Por otro, conoce el campo de Gary Player a la perfección porque ya venció en