Cuatro días para dar un vuelco
Los candidatos a la Junta encaran las jornadas decisivas con mucha incertidumbre
Los sondeos siguen prácticamente inamovibles y eso preocupa mucho porque esta campaña electoral en Andalucía se había presentado como decisiva para el resultado de las elecciones del próximo domingo 2 de diciembre. Pero o algo no está funcionando bien, o las opciones son muchas, o el voto se ha vuelto más responsable porque hay una cuarta parte de los andaluces con derecho a voto que permanece indecisa cuando faltan tan sólo cinco días para una cita con las urnas que se antoja trascendental. El plazo se va acortando porque pasado mañana los partidos políticos y sus respectivos candidatos tendrán que echar el cerrojo a sus campañas electorales y la suerte estará echada. El PSOE, el PP y Ciudadanos han elegido Sevilla para cerrar su campaña mientras que Adelante Andalucía, la confluencia de Podemos, IU y las fuerzas andalucistas, se han decantado por Málaga, concretamente por Torremolinos, provincia por la que se presenta su candidata Teresa Rodríguez.
En este momento, los nervios se han convertido en los protagonistas tanto de los candidatos como de sus respectivos equipos que redoblan sus esfuerzos para cerrar con éxito pero, sobre todo, sin errores gruesos que puedan tirar por tierra la imagen tan cuidadosamente elaborada de los candidatos.
Lo que está en juego no es sólo el futuro de Andalucía y la hegemonía del PSOE durante 40 años en un Gobierno regional sino que también se dirime el futuro de España. Si Susana Díaz logra una victoria holgada para mantenerse en la Junta, Pedro Sánchez tendrá más argumentos a favor para adelantar las elecciones generales, lo mismo que sucederá si el PP se descalabra en el Parlamento andaluz. Los casos contrarios, desplome del PSOE y resistencia del PP, cambiarán totalmente el escenario.
También está el factor Ciudadanos. El éxito o no de la fórmula de Rivera en Andalucía va a marcar las estrategias de esta formación en los próximos meses, de la misma manera que Pablo Iglesias y Alberto Garzón están expectantes por lo que puede suponer para Unidos Podemos la confluencia «netamente andaluza» que lidera Teresa Rodríguez.
Y todo eso sin tener que dejar de lado lo que supone la irrupción de Vox, un partido que está creciendo en apoyo popular y que puede tener en Andalucía la puerta de entrada a una cámara de representantes.