La confluencia defiende la unidad de IU y Podemos
Muchas voces autorizadas de uno y otro partido, IU y Podemos, aseguraban que el tándem Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo no iba a funcionar. Pero en este punto de la campaña, los dos líderes de la confluencia están demostrando que se entienden a las mil maravillas, que entre ellos hay una química que se traslada a sus simpatizantes y afiliados. Teresa Rodríguez asume el papel de lideresa y Antonio Maíllo es su pigmalión, que la está puliendo y convirtiendo en una candidata creíble y solvente pero sin perder la frescura que vende como principal valor, tal y como demostró este lunes en el debate de TVE.
Maíllo asume, además, los roles más negativos como el diálogo con los taxistas que se congregan en cada acto contra Susana Díaz. Precisamente la gestión de este asunto es la mancha que está ensombreciendo su campaña electoral ya que se han situado al lado de los radicales que se enfrentan con la Policía y que han reventado mítines a la presidenta. Ellos argumentan que defienden a la clase trabajadora frente a las multinacionales VTC.
Sus mítines están siendo los que tienen un público más fervoroso —y también muy variopinto— y creen que están creciendo en apoyos, aglutinando a colectivos descontentos con la gestión del
PSOE.