El misterio de Isco ensombrece el pase
Solari le dejó fuera de la lista y el futbolista, enfadado, vio el partido en el vestuario
El sexto partido de Solari como entrenador del Real Madrid deja a uno de los jugadores más talentosos de la plantilla marcado en rojo. Isco, prácticamente inédito desde la llegada del argentino, vio ayer el partido desde el vestuario de su equipo, acompañado por Luca Zidane, otro de los descartes de Solari en la lista final de 18.
El bombazo llegó a las 19.25 horas, cuando el Madrid anunciaba su once y sus suplentes, y en ninguno de los dos lados aparecía Isco, que 24 horas antes se había entrenado con total normalidad en el Olímpico. Salvo contratiempo físico guardado en secreto, el malacitano estaba fuera por una decisión técnica. Golpe al mentón sin anestesia.
La vida de Isco en este nuevo Real Madrid de Solari es prácticamente anecdótica. Fuera de la convocatoria ante el Melilla, 34 minutos contra el Valladolid, 17 frente al Viktoria Plzen, sin minutos en Balaídos, 28 contra el Eibar y en la grada anoche ante la Roma. De 540 minutos, solo ha jugado 79. «En las decisiones deportivas no entramos ni debemos entrar. Es una plantilla completa y Solari toma las decisiones que considera oportunas», explicó Butragueño en el descanso ante el micrófono de Movistar Liga de Campeones.
Sus palabras no aclaran nada sobre el porqué de la poca química entre jugador y entrenador, también bastante seco cuando se le pregunta por Isco: «Es un jugador más de los 24 que tengo en la plantilla», repite una y otra vez Solari sin extenderse en más explicaciones. Extraño en un entrenador de alegre oratoria. El guión se le viene abajo cuando tocar hablar del «22».
Motivos del distanciamiento
Isco, operado de apendicitis el pasado 26 de septiembre, no ha vuelto a coger el tono físico que mostró en los primeros partidos de la temporada. Esa es una de las razones por las que Solari no apuesta por él, pero no es la única. Al técnico argentino no le gustó la foto que subió a Instagram su pareja, junto al propio jugador y al hijo de este, en la noche de Halloween, mientras el equipo jugaba la ida de dieciseisavos de la Copa en Melilla. Isco justificó aquella instantánea asegurando que no se la había realizado en ese mismo momento, argumento que no convenció a Solari. En su estreno como entrenador, y a pesar de no estar convocado, presumir de disfraz junto a la familia en pleno partido blanco no parecía el mejor modo de fomentar el compromiso. Y de aquellos polvos vienen estos lodos.
La ausencia de Isco fue la noticia de otra noche de poco fútbol del Madrid y muchos agujeros en defensa. El 0-2 en el Olímpico sirve a los blancos para estar ya en octavos, y como primeros, pero la victoria no tapa un encuentro flojo. Si la Roma hubiera tenido la mitad del acierto del Éibar se hablaría de otro resultado, pero el equipo italiano fue demasiado inocente ante Courtois.
El belga fue otro de los protagonistas en su mejor partido en el Real Madrid. Necesitaba el Guante de Oro del Mundial una noche tan brillante como ante la Roma, con paradas salvadoras y valentía para abandonar el área pequeña. Asentado ya en la titularidad absoluta con la llegada de Solari, Courtois no tiene motivos para ponerse nervioso. Isco, en cambio, sí tiene un problema. Hay lío.