CEIM asegura que el control de horarios es una medida «de hace cien años»
Los sindicatos piden al Gobierno que acelere una medida que busca que se paguen las horas extra
El Gobierno está dispuesto a obligar a las empresas a que sus trabajadores fichen al entrar y salir de sus puestos de trabajo con el objetivo de controlar las jornadas laborales y la acumulación de horas extraordinarias. Juanto a esta medida, el Ministerio de Trabajo quiere que esas horas extra vuelvan a cotizar a la Seguridad Social.
Los sindicatos están conformes con la medida; la patronal no tanto. El vicepresidente de CEIM, Francisco Aranda, declaró ayer a ABC que «se trata de una medida anacrónica porque está basada en un modelo empresarial de hace cien años. Las circunstancias han cambiado. Las nuevas tecnologías han favorecido una nueva organización del trabajo focalizada en objetivos y proyectos, no en un trasnochado presentismo que no tiene ningún sentido. Hoy está muy implantado el teletrabajo o el trabajo con horarios flexibles».
«Apoyamos al Gobierno en la lucha contra el fraude, pero no tiene sentido –afirma– hacerlo con herramientas del pasado y además generándole más carga burocrática a las empresas. Deberíamos pensar todos en cómo favorecer la competitividad de las empresas para que se incrementen los salarios y, al mismo tiempo, se generen nuevos empleos. No entendemos por qué no se abordan estos temas en las mesas del diálogo social».
Los secretarios generales de CC.OO. y de UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, esperan, sin embargo, que el sistema de control de registro de horarios se impulse «en breve» en el diálogo social. «Cuando llegue el momento y se nos plantee de forma oficial, contestaremos», afirmó el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.
CC.OO. presentó ayer un informe en el que denuncia que las horas extra en el segundo trimestre de este año equivalen a la creación de 170.600 empleos a jornada completa (40 horas a la semana). El documento subraya el volumen de horas extra que se realizan en España, que en ese periodo ha alcanzado la cifra más alta desde 2009, con una media de 6,8 millones de horas extra a la semana.
De este elevado volumen, solo se ha pagado o compensado (con dinero o tiempo de descanso) el 56% de las horas trabajadas. Esta situación afecta a 410.000 trabajadores de media cada semana y supone, según Unai Sordo, «muchos más empleos de los que supuestamente se destruirían al elevar el SMI a 14.000 euros anuales».
Cada semana Las horas extra no pagadas afectan a más de 410.000 trabajadores cada semana en nuestro país