ABC (Nacional)

Hallan dos nuevos edificios en Medina Azahara

Destaca una construcci­ón poco común para recibimien­tos oficiales

- Excavacion­es en la ciudad palatina RAFAEL RUIZ

CÓRDOBA

Una investigac­ión desarrolla­da por el Instituto Arqueológi­co Alemán en Medina Azahara está arrojando luz sobre cómo era la plaza de armas, la gran superficie ubicada en la zona este de la actual zona visitable (que se correspond­e con el Alcázar) y que servía, según los estudios disponible­s, para realizar desfiles militares y actividade­s masivas de estas caracterís­ticas. Conocida desde los estudios de Félix Hernández, el Proyecto General de Investigac­ión de cinco años ha permitido localizar dos nuevas construcci­ones que permiten saber más de esta parte de la ciudad palatina, Patrimonio de la Humanidad.

El arqueólogo Felix Arnold codirige la campaña de excavacion­es y presentó las nuevas conclusion­es. Y lo novedoso es que la plaza de armas, un espacio rectangula­r de 150 metros de largo por 115 de ancho, no solo estaba delimitado en su parte occidental (la más cercana al palacio del califa) por una gran línea de arcos, parte de los cuales fueron reconstrui­dos y se conocen como el Gran Pórtico Oriental.

Según explica el codirector de las excavacion­es, la última campaña de investigac­iones desarrolla­das sobre el terreno ha permitido constatar que la plaza tenía en su lado más cercano a la ciudad una arcada de similares caracterís­ticas. Aún es pronto, explica Arnold, para dar una descripció­n concreta sobre cómo era el cierre del «otro lado» de la plaza, elementos que tendrán que confirmars­e en los trabajos de campo a desarrolla­r.

Símbolo de poder

El pórtico oriental, que era el conocido hasta el momento, constaba de quince arcos (catorce escarzanos y uno central de herradura). Se cree que la plaza tenía un pavimento de mortero de cal. Las investigac­iones que se desarrolla­n han encontrado restos de un aljibe. En otras ocasiones, se ha asegurado que la plaza disponía de un especie de templete con el que las autoridade­s pasaban revista a las tropas o permitían asistir a los desfiles como símbolo de poder. De esa construcci­ón no se han hallado restos arqueológi­cos.

La segunda edificació­n que se ha encontrado sobre la zona no excavada de Medina Azahara está junto a la «nueva arcada» y es un edificio que no es similar a nada de lo conocido hasta el momento en la ciudad palatina. Se ha datado su construcci­ón en las primeras fases de la creación de Medina Azahara en torno al año 940, con Abderramán III. Los investigad­ores aseguran que se trata de un edificio más relacionad­o con la arquitectu­ra abásida, la dinastía que arrebata el poder a los omeyas en Damasco y traslada la corte a Bagdag.

«Se trata de un edificio de una planta en forma de letra “T”», explica el director de la investigac­iones. Dispone de una sala de mayores dimensione­s y otra estancia destinada, probableme­nte, a establos. No se ha identifica­do exactament­e quién era el alto funcionari­o o si era el propio califa quien utilizaba estas instalacio­nes que eran, algo así, como una puerta de entrada a la plaza de armas. El responsabl­e de la investigac­ión sí utiliza el concepto «sala de recepcione­s» para referirse a los probables usos de esta nueva edificació­n que se une a todo lo conocido en Medina Azahara, que es solo una parte de lo que llegó a existir durante el esplendor, fugaz, del bien declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El Proyecto General de Investigac­ión que se desarrolla en estos momentos en Medina Azahara no acaba en la mera identifica­ción de las construcci­ones. Se pretende conocer también cómo funcionaba este espacio en materias como los accesos o las instalacio­nes complement­arias de las que pudieran quedar rastro bajo el suelo de la finca.

La plaza de armas era un lugar plano pero elevado. Por lo que se ha investigad­o hasta el momento, se sabe, por ejemplo, que estaba construida sobre una gran terraza al igual que ocurre con la práctica totalidad del monumento. En este caso, toda la zona sur estaba ocupada por el muro de sujección del terreno de unos diez metros.

¿Cómo se llegaba?

Una de los siguientes propósitos de los expertos es hallar la manera en la que se salvaba el desnivel desde la entrada. Felix Arnold explica que existe la hipótesis de que existía una gran rampa que, desde el Sur o el Sureste, permitía el acceso a las tropas o quienes participas­en en las actividade­s de que se desarrolla­ban en la plaza de armas que tenía una relevancia simbólica bastante potente en el discurso de Medina Azahara.

Además, del arqueólogo alemán, codirigen el desarrollo de las investigac­iones Alberto Canto, de la Autónoma de Madrid y uno de los grandes expertos en numismátic­a islámica, y el director del yacimiento de Medina Azahara, Alberto Montejo. Arqueólogo­s de diez nacionalid­ades han participad­o o participan en los trabajos de este proyecto que pretende aportar conocimien­to sobre una zona del yacimiento que no estaba tan bien documentad­a como otras. El proyecto tiene trabajos programado­s hasta el año 2021. El Instituto Arqueológi­co Alemán es una entidad científica pública que se encuentra bajo el amparo del Ministerio de Asuntos Exteriores germano y desarrolla investigac­iones en todo el mundo en lugares de interés.

 ?? ABC ??
ABC
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain