«No quedan continentes por descubrir, pero sí arduas tareas, como defender la libertad»
El Rey afirma que «España está llamada a seguir escribiendo en los libros de historia»
El Rey hizo balance ayer de los últimos cuarenta años de política exterior y afirmó que «hoy no quedan continentes por descubrir. Ni océanos desconocidos que surcar», pero quedan «arduas empresas que acometer», como «la lucha contra la pobreza y la ignorancia, la promoción del respeto a la dignidad de todo ser humano, el fomento de la igualdad, y la prevención del cambio climático y de la degradación del planeta». En suma, dijo, «queda la defensa de la libertad en todas sus dimensiones».
Don Felipe también afirmó que «España está llamada a seguir escribiendo en primera persona y con nombre propio en los libros de historia como lo ha hecho siempre» y, añadió, «siempre con el respaldo de la Corona».
El Monarca dirigió estas palabras en la Casa de América, donde inauguró la exposición «40 años de diplomacia en democracia», que podrá visitarse hasta el próximo 31 de diciembre. El Rey presidió este acto justo antes de partir a México, para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Al acto asistieron los exministros de Exteriores Marcelino Oreja, Carlos Westendorp, Miguel Ángel Moratinos, José Manuel García-Margallo y Alfonso Dastis y, a todos ellos, el Rey les agradeció lo que «he aprendido con ellos, desde muy pequeño». También reconoció la labor desarrollada por sus padres en política exterior. Destacó el papel de Don Juan Carlos como «testigo y partícipe directo» en la «profunda y determinante transformación» experimentada por España en las últimas cuatro décadas, y también el de su madre, Doña Sofía, «que tanto hizo por proyectar nuestra cooperación y solidaridad en el resto del mundo».
A los héroes anónimos
En su intervención, recordó que «ninguna tragedia humana nos es ajena» y dirigió un elogio cerrado a «aquellos hombres y mujeres que no aspiran al título de héroes, pero que hacen lo que hay que hacer porque es lo que se espera de ellos, porque es lo correcto».
Tras repasar estas cuatro décadas de política exterior, Don Felipe dijo que ahora «España es percibida en el extranjero como un país sano y fiable, respetuoso del derecho internacional y comprometido con la causa de la paz». Añadió que «la culminación de todos estos empeños por recuperar nuestro sitio en el mundo fue nuestro regreso a Europa» y agregó: «Hoy damos gracias a Europa, pero también podemos afirmar que Europa es más Europa gracias a España».
El ministro de Exteriores, Josep Borrell, reiteró que «la Constitución nos devolvió al mundo y estos han sido los mejores años de nuestra historia moderna desde la batalla de Trafalgar». Según Borrell, «nuestra democracia derribó los Pirineos y nos permitió sentirnos ciudadanos libres del gran mundo». El ministro también elogió al Rey y a la Monarquía, y recordó que en los viajes oficiales en los que le ha acompañado al exterior, ha constatado el aprecio que suscita.
Además, el escritor Mario Vargas Llosa puso en valor la Transición y la Constitución frente a «quienes quieren hacer escarnio». Recordó a las mil víctimas de ETA y el «papel importantísimo» que juega la Corona, y destacó la actitud de Don Juan Carlos el 23F y el «enérgico discurso» con el que Don Felipe enfrentó «el amago separatista en Cataluña».
Entre los asistentes al acto estaban Alfonso Guerra, Pedro Solbes, Isabel Preysler, el exsecretario general iberoamericano Enrique Iglesias y Santiago Bergareche, así como destacados diplomáticos y empresarios.
Referencia a sus padres Don Felipe elogió la labor de Don Juan Carlos en la imagen exterior y de Doña Sofía, en la Cooperación