Carmena impone su veto al coche contaminante en el centro de Madrid
El plan, que ha esquivado por ahora la suspensión de la Justicia, arranca hoy su fase informativa, sin multas
A seis meses de las elecciones municipales, el gobierno de Manuela Carmena estrena hoy el proyecto con el que aspira recabar más votos para Ahora Madrid: el cierre del tráfico en el centro de la capital a los vehículos más contaminantes. El veto a los coches afectará a los no residentes en la zona, que abarca un área de 472 hectáreas, y a los que carecen de etiqueta medioambiental de la DGT, un total de 1.792.208 turismos.
El inicio de esta restricción ha estado a punto de frustarse tan sólo 12 horas antes de su puesta en marcha tras un recurso de medidas cautelarísimas interpuesto ante la sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) por Automovilistas Europeos. Pese a la desestimación «in extremis», el Ayuntamiento acumula otras cuatro demandas en este sentido, por lo que la semana que viene aún podrían suspender el plan de Carmena cuando la Justicia se pronuncien al respecto. No obstante, si nada lo frena, este coto al coche, con el que pretenden reducir un 40% de la polución, sólo se producirá a medio gas, puesto que desde hoy y hasta principios de marzo se aplicará una fase sólo informativa, sin multar a los infractores.
Durante estos meses, el área de Medio Ambiente y Movilidad seguirá analizando el alcance de la medida y podría introducir cambios. Unas modificaciones que exige una plataforma de afectados integrada por 79 colectivos, entre autónomos, pymes, restauradores, hoteleros, comercios, empresas de paquetería o gestores de aparcamientos. Calculan que el proyecto, denominado Madrid Central, afectará de forma negativa a casi un 40% de la actividad del comercio madrileño y a 20.000 establecimientos de la zona. Los perjudicados llevan casi dos meses denunciando la «confusión» y la «mala gestión» del Ayuntamiento para tramitar los permisos de acceso. El hartazgo es tal que han llegado a exigir la dimisión de la delegada Inés Sabanés por su «intransigencia».
Fase «pedagógica»
La Policía Municipal, los agentes de Movilidad y funcionarios del servicio de atención Ciudadana se situarán en 28 puntos de entrada al área para informar a los conductores de las restricciones. No impedirán el acceso, ya que, en realidad, Madrid Central será un ensayo hasta febrero: «En principio los controles de acceso en esta fase informativa prácticamente van destinados a la seguridad, a la fluidez del tráfico y a la información, por tanto no vamos a poner controles de acceso con un policía diciendo ‘stop’, no puede pasar. Vamos a ir informando de todas las condiciones de despliegue de esa norma», explicó ayer la delegada.
Sanciones
A partir del 8 de enero comenzarán los dos meses de prueba del sistema telemático de gestión de multas. Durante este tiempo, se enviarán cartas de aviso a las personas que incumplan la normativa, sin sanción económica. En principio, según ha reiterado en varias ocasiones la propia alcaldesa, cuando finalice febrero comenzarían a ser cobradas esas infracciones, que ascenderían a un total de 90 euros.
Pegatina de la DGT
Con Madrid Central, podrán moverse por el centro sin restricciones los vecinos empadronados, sus invitados por un día hasta un máximo de 20 al mes y los coches de las personas con movilidad reducida. El resto deberán tener un coche con etiquetado de la DGT para acceder, aunque no será obligatorio llevarlo pegado en la luna hasta el 24 de abril. El sistema de cámaras leerá su matrícula y sabrá identificar con qué tipo de coche circula.
Aparcamientos
El objetivo del Consistorio es erradicar todo el tráfico de paso que se produce ahora por la zona Centro. Por ello, los conductores de vehículos B (turismo de gasolina anteriores a 2000 o diésel de antes de 2006) o C (coches gasolina posteriores a enero de 2006 o diésel a partir de 2014), sólo podrán entrar en el área restringida si acuden a un aparcamiento público o un garaje privado. En mayo, pese a que la medida lleve meses en marcha, está previsto que el Ayuntamiento instale pantallas informativas en el perímetro de Madrid Central para informar en tiempo real de cuántas plazas están disponibles en cada uno de ellos.
Motos
Las motocicletas, ciclomotores y vehículos de tres ruedas de los no residentes con etiqueta «B» o «C» pueden entrar y estacionar pero con un horario limitado: de 7 a 22 horas. Fuera de esa franja podrán entrar al área si van a un parking o garaje particular. Sólo podrán estacionar sin limitaciones a quienes les corresponda la pegatina Eco o Cero.
Los colegios
Los padres no residentes, con niños escolarizados en centros de Madrid Central, mantuvieron un tenso pulso con la delegada del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, para poder acceder al nuevo Área de Prioridad Residencial de Centro sin ser multados. El Ayuntamiento ofreció, como primera opción, una solución provisional hasta que acabara el curso. Las protestas de los Ampas de una veintena de colegios forzó al consistorio a autorizar de forma permanente –a través de la dirección de los centros– determinadas matrículas para dejar a los alumnos en la puerta de sus colegios. Cuando parecía que el asunto estaba cerrado, dieciocho Ampas de centros educativos públicos del Centro y Arganzuela reabrieron el conflicto, con la Fapa Giner de los Ríos al frente. Constituidos en la Plataforma de defensa de Madrid Central, pidieron a Sabanés, sin éxito, revertir los derechos permanentes de acceso, informa Adrián Delgado.
Empleados
Fruto de las movilizaciones que han realizado las últimas semanas los empleados de los negocios nocturnos que vivan fuera de Madrid podrán entrar con su coche si entran o salen del trabajo entre las 00.00 y las 6.30 horas.
Empresas de suministros
A partir de 2020, no podrán entrar los coches ligeros, es decir, las furgonetas sin etiqueta de la DGT; en 2022, tampoco podrán hacerlo los que tengan la pegatina «B». Y en el caso de los camiones y furgones, se impedirá su entrada a los que no tienen distintivo en 2023.