POR PRINCIPIO, NO
or supuesto que existen muchos condicionantes técnicos, productivos, formativos y del tipo que usted quiera pero, por encima de todos ellos, me parece un tema grave de principios. Obligar a las personas a jubilarse al llegar a una determinada edad es un auténtico atropello. ¿Qué derecho tiene el Estado para negar el derecho al trabajo de las personas? ¿Por qué la negociación colectiva puede obligar a una persona a finiquitar su vida laboral de manera forzosa? ¿Y qué sucede si se ve con ganas, fuerza o necesidad de continuar? La jubilación era un derecho, ¿por qué ahora es una obligación?
Habitualmente se utiliza una razón muy rastrera para justificar tan abrupta medida. Se trata de hacer hueco para que algún parado ocupe el puesto del jubilado. Es decir, fomentamos la jubilación para reducir el número de parados. Esto puede ser bueno o puede ser malo, pues dependerá de las personas afectadas y de las situaciones coyunturales por las que atraviese su trabajo. Pero, si es impositivo, siempre será malo.
Y, desde luego, es un parche poco útil para los dos problemas concernidos, el paro y el sistema de pensiones. No debemos solucionar el paro a través de la expulsión de trabajadores del sistema productivo, sino mediante la ampliación de dicho sistema. Eso de «trabajar menos para que trabajemos todos» es una frase que queda perfecta en las pancartas reivindicativas, pero se compadece muy mal con las exigencias de la productividad. Y, desde luego, la única solución eficaz para la sostenibilidad del sistema de pensiones es retrasar la edad de jubilación, no adelantar la ya de por sí hoy baja. Justo lo contrario de lo que se propone ahora.
Soporto muy mal esta manía de regularlo todo, de imponerlo todo, de sancionarlo todo. A un político le presentas un problema y te redacta tres anteproyectos, te aprueba dos leyes, te casca cinco reglamentos y, encima, te impone un montón de sanciones por incumplimiento.
¿Ha solucionado el problema? No, que va. Normalmente no lo conoce, casi nunca lo padece y habitualmente lo deja en peor estado de como lo encontró. Pero él se ha entretenido a lo largo de unos cuantos meses.
¿Y, si en vez de la jubilación imponemos la eutanasia? Sería mucho más eficaz, nos ahorraríamos la pensión.
P