Madrid se blinda contra reloj
·Preocupación policial por la premura de tiempo para establecer el dispositivo de seguridad de una final tan compleja como la de la Copa Libertadores
MADRID
onfirmado por la Comenbol que el Santiago Bernabéu será el escenario de la final de la Copa Libertadores, la Policía Nacional ya ha comenzado a trabajar, «aunque en una fase muy preliminar», en el dispositivo para el partido, uno de los más complicados a los que se han tenido que enfrentar hasta ahora. En primer lugar, porque la pasión que genera la rivalidad entre River Plate y Boca Juniors supera en algunos casos el límite de lo racional.
Fuentes policiales indicaron a ABC que los líderes de ambas hinchadas viajarán desde Argentina, pese a los elevados precios de los billetes de avión, porque ellos sí tienen un alto nivel adquisitivo; entre otras cosas, se dedican a la reventa de entradas en muchos
Cpartidos. No así la masa de las «barras bravas», que en general es de extracción más humilde y no se puede costear el viaje. Existe preocupación entre los agentes, sobre todo, por que buena parte de la colonia argentina asentada en España sí acudirá a Madrid el 9 de diciembre. El nuestro es el segundo país del mundo con personas de esa nacionalidad, tras el de origen. Además, muchos de ellos, aunque sin entrada, se desplazarán para vivir en los alrededores del estadio del Real Madrid un duelo histórico. La premura de tiempo para preparar el dispositivo de seguridad aumenta la complejidad de la cita. «Se va a hacer contra el reloj, pero esperamos que salga todo bien. Se trata de aficiones muy violentas, que suelen entrar con bengalas y palos a los partidos, tienen varias muertes a sus espaldas. Y, además, no están acostumbrados a la idiosincrasia de nuestros estadios, cuyos accesos y movimientos internos están muy parcelados. Ellos funcionan con otros parámetros», indican nuestras fuentes. Y, a diferencia de lo que ocurre con conjuntos de países europeos, no existe una relación policial tan asidua con los argentinos.
Madrid y las Fuerzas de Seguridad han demostrado a lo largo de los años su eficacia para organizar y garantizar el orden en todo tipo de eventos. En el Bernabéu se ha jugado la final de un Mundial (1982) y de una Liga de Campeones (2010), pero el River-Boca es una nueva prueba de fuego. El número de efectivos dependerá mucho del perfil y de los antecedentes de los aficionados que se desplacen desde Argentina, una información que facilitará la policía de ese país a la española. Muchos radicales están fichados y tienen prohibido viajar, pero se da por hecho que intentarán estar en las gradas. Los aficionados de River que compraron una entrada para asistir al partido que no pudo