El socialismo andaluz no se baja del autobús
Para el presidente del Gobierno son los «voxonaros», Miquel Iceta se refiere a ellos como el «trifachito» y el PSOE andaluz, más pegado a la tierra, los descalifica como el «trío de la derechona». Aquella «alerta antifascista» lanzada por Pablo Iglesias la noche del 2-D, según cerraron las urnas regionales, se ha convertido en el argumento de una campaña frontal contra las fuerzas políticas que en un par de días van a desalojar a Susana Díaz del poder. No se lo perdonan.
Vox insiste en denunciar las agresiones sufridas por sus dirigentes mientras la izquierda andaluza se dedica a blanquear unas manifestaciones de supuesto carácter feminista. Coincidiendo con el debate de investidura de Juanma Moreno, el PSOE andaluz se echa hoy la calle para participar en una concentración convocada por colectivos feministas ante el Parlamento regional, un escrache al que ya se sumó la franquicia autonómica de Podemos. A punto de entregar las llaves del cortijo, los socialistas andaluces echarán el resto. La flota de autobuses que el PSOE desplegaba para llenar los actos de adhesión inquebrantable a sus líderes regionales serán hoy utilizados para que la protesta callejera ahogue las voces del cambio en el Parlamento andaluz. No se trata de un escrache, aseguran los socialistas. «Un escrache es permitir que la ultraderecha gobierne la vida de esta tierra», asegura la secretaria de Formación y Nuevos Afiliados del PSOE andaluz. Ni olvidan ni perdonan.