Dura condena para el diplomático iraní que quiso atentar en París
Assadi planeó atacar con bomba en 2018 una reunión de la diáspora persa
El Tribunal de Amberes (Bélgica) ha condenado a veinte años de cárcel a un «diplomático» iraní acusado de «tentativa de asesinato terrorista» durante un acto convocado por organizaciones de la resistencia y la diáspora iraní instaladas en Francia.
El Tribunal de Amberes considera probado que Asadollah Assadi (49 años) actuó como «hombre orquesta» de un proyecto de atentado terrorista que debía consumarse el 30 de junio del 2018 en Villepinte, al norte de París, durante una gran reunión anual del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI), una coalición de grupúsculos encabezada originalmente por los Mujaidines del pueblo (MdP), una organización originalmente marxista-leninista, durante los años 60 y 70 del siglo XX.
Junto a Assadi, el tribunal de Amberes ha condenado a tres de sus cómplices belgas de origen iraní a penas de cárcel que van de los 15 a los 18 años. A los tres se les ha retirado además el pasaporte belga.
El Gobierno iraní ha comenzado por rechazar su rechazo completo de la sentencia del Tribunal de Amberes, estimando que Assadi era un diplomático que trabajaba en Viena.
La detención, encarcelamiento y proceso de Assadi, por el contrario, es percibida por los especialistas como un triunfo significativo de la cooperación policial antiterrorista de Alemania, Francia y Bélgica.
El contra espionaje francés advirtió en su día a los servicios de seguridad alemanes y belgas de la tentativa de atentado terrorista que se preparaba en Francia, donde la CNRI se instaló poco después del triunfo de la revolución islamista del ayatolá Jomeiní.
La alerta urgentísima del contraespionaje francés permitió actuar con celeridad a las policías alemana y belga. Asadollah Assadi y varios cómplices (iraníes con residencia en Bélgica) fueron detenidos el mismo día que proyectaban una matanza en las afueras de París. En concreto, el mismo día en que estaba planeado el ataque, la Policía belga detuvo en Amberes a una pareja irano-belga, que transportaba en su coche medio kilo de un explosivo de gran potencia y un detonador.
La Justicia belga ha tardado poco más de un año en juzgar y condenar a los terroristas que trabajaban con cobertura diplomática.
La condena reabre otra página negra e inquietante de las relaciones euro iraníes. Francia, Alemania, el Reino Unido, Bélgica, entre otros países, estiman que Teherán utiliza sus embajadas y cuerpo diplomático, desplazado en el extranjero, para realizar trabajos siempre próximos a la subversión terrorista. En ese terreno, París es un blanco privilegiado. EL Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI), presidido por Maryam Radjavi, es una de las primeras fuerzas de oposición refugiada en Francia.