Tratamientos seguros
divididos los 90 participantes. Para aumentar el margen de seguridad, se utilizará la cepa original del virus, que «se ha demostrado que tiene un riesgo bajo en adultos jóvenes sanos». Además, los investigadores también trabajarán muy de cerca con el Royal Free Hospital y la Red de Cuidados Críticos de Adultos del Centro Norte de Londres (NCL) para garantizar que el estudio no afecte la capacidad del NHS (el sistema nacional de salud) para atender a los pacientes durante la pandemia.
Como muchos otros estudios, «los voluntarios serán compensados por el tiempo que pasen en el ensayo», que se llevará a cabo mediante una asociación entre el Imperial College de Londres, la unidad de investigación especializada del Royal Free Hospital de Londres y la compañía hVIVO, filial de la biotecnológica Open Orphan, especialista en este tipo de pruebas.
A la caza de voluntarios
«Hemos asegurado una serie de vacunas eficaces para Reino Unido, pero es esencial que continuemos desarrollando nuevas vacunas y tratamientos para el Covid-19. Esperamos que estos estudios ofrezcan información única sobre cómo funciona el virus y nos ayuden a comprender qué vacunas prometedoras ofrecen las mejores posibilidades de prevenir la infección», aseguró el presidente interino del grupo de trabajo sobre vacunas, Clive Dix.
Por su parte, el doctor Chris Chiu, del departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres e investigador principal del estudio, explicó que «nuestro objetivo final es establecer qué vacunas y tratamientos funcionan mejor para combatir esta enfermedad, pero necesitamos voluntarios que nos apoyen en este trabajo».
Los detractores de estos ensayos consideran que infectar deliberadamente a alguien con una enfermedad contra la que no existe una cura no es ético, menos cuando ya hay vacunas disponibles, lo que se suma al hecho de que los voluntarios reciben un pago que muchas veces alcanza los miles de euros. Pero el Gobierno asegura que Reino Unido es pionero en esta área y el ministro británico de Empresa, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng, declaró que «durante muchas décadas, los estudios de desafío humano se han realizado de manera segura y han desempeñado un papel importante en la aceleración del desarrollo de tratamientos para enfermedades como la malaria, la fiebre tifoidea, el cólera, el norovirus y la gripe». Estos se diferencian de los ensayos clínicos estándar en que mientras en los primeros los voluntarios se vacunan para ver si desarrollan una enfermedad que circula entre la población, en los de desafío humano un pequeño grupo es inoculado en un entorno controlado. Kwarteng añadió que «si bien ha habido un progreso muy positivo en el desarrollo de vacunas, queremos encontrar las mejores y más efectivas para su uso a largo plazo».
Por su parte, la compañía hVIVO detalló que a lo largo de su historia ha completado «50 proyectos de investigación que han incluido a más de 3.000 voluntarios, utilizando virus como la influenza, el virus respiratorio sincitial (RSV) y el rinovirus humano (HRV)». «Nuestro modelo se ha establecido y utilizado de forma segura durante muchos años», aseguran.