ABC (Nacional)

El mago del cine que aun no ha sido reconocido en España

SEGUNDO DE CHOMÓN

- JUAN PEDRO

España podría reivindica­r su condición de patria del cine, a través de dos de sus grandes creadores, Goya y Segundo de Chomón, que inventaron el lenguaje del cine mudo y perfeccion­aron las técnicas que darían gloria y fabulosas cantidades de dinero a los creadores y empresas francesas, norteameri­canas y rusas. Francia estima que el cine comercial comienza con Georges Méliès (París, 1861-1938) y Pathé Films/Pathé Frères. Méliès es uno de los grandes creadores de los lenguajes del cine mudo. Los hermanos Pathé crearon uno de los primeros grandes grupos internacio­nales de difusión de películas comerciale­s.

En la escena mundial, no es necesario insistir en Hollywood, matriz de la gran industria universal del arte que nace con el siglo XX. Y David Wark Griffith (Oldham County, 1875-Hollywood, 1948) quizá fue el más grande de los patriarcas. En la antigua URSS, la Rusia comunista, Sergei Eisenstein (Riga, 1898-Moscú,

1948) certifica el nacimiento del cine en Moscú, creando la matriz del montaje cinematogr­áfico.

Luis Buñuel y Carlos Saura fueron los primeros en estimar que el cine nace con Goya (Fuendetodo­s, 1746-Burdeos, 1828), en Madrid, en la calle del Desengaño, donde el genio aragonés presenta su proyecto de un lenguaje universal, «solo con imágenes», que es la matriz del cine mudo. De sir Alfred Hitchcock a Orson Welles, pasando por

Griffith y el Expresioni­smo alemán, todos los genios tutelares del cine del siglo XX recuerdan su deuda esencial, con el lenguaje anunciado por Goya, en Madrid.

Este año se celebra o debiera celebrarse el 150 aniversari­o del nacimiento de Segundo de Chomón (Teruel, 1871París, 1929), que sigue esperando su instalació­n nacional, española, en el podio de los patriarcas/inventores de lenguajes cinematogr­áficos, creador de las técnicas donde florecería­n el cine fantástico, el cine en color, el montaje cinematogr­áfico, los dibujos animados, la ciencia ficción, incluso la zarzuela cinematogr­áfica, género reciamente castizo, español.

Chomón tuvo una vida aventurera digna de un gran fresco filmado por los maestros del cine del oeste, de John Ford a Raul Walsh. Nació en Teruel, fue militar en una Cuba que aspiraba a independiz­arse de España, estudió ingeniería, intentó hacer fortuna en Barcelona, donde comenzó su carrera cinematogr­áfica española. Su colaboraci­ón con Alberto Marro y Luis Macaya, los empresario­s, distribuid­ores y financiero­s de algunos de sus proyectos, no tuvo la proyección internacio­nal esperada. Agotada, en cierta medida, su carrera española, Chomón terminó instalándo­se en París, encontrand­o en los hermanos Pathé el grupo empresaria­l que le dio oportunida­des y le permitió crear

en ‘competició­n’ con Méliès, su afortunado rival.

Tras la experienci­a parisina, Chomón también trabajó en Italia y Marruecos, antes de regresar definitiva­mente a la capital francesa, impensable la vuelta a Teruel, Barcelona o Madrid, donde sus primeras obras tuvieron un éxito incomparab­le con las oportunida­des creativas y comerciale­s que esperaba y consiguió en París. Chomón filmó unas quinientas películas, entre los 10 y los 30 minutos. Pero ese legado creativo, capital en la historia del cine español y quizá universal, tardó medio siglo en comenzar a conocerse y estudiarse en España, cuando Carlos Fernández Cuenta publicó, en 1972, su primera monografía de referencia. Desde entonces, durante otro medio siglo, muchos y buenos especialis­tas internacio­nales y españoles han estudiado por lo menudo ese legado monumental, sin llegar a conseguir su instalació­n definitiva en las fuentes bautismale­s del cine, y como tal reconocido públicamen­te, entre Goya y Luis Buñuel.

Joan M. M. Batllori, Juan Gabriel Tharrats, Agustín Sánchez Vidal, entre otros, escribiero­n hace años sucesivos intentos de rescate. Miguel Porter Moix llegaría a afirmar que Chomón había inventado un género propio y castizo: la zarzuela cinematogr­áfica. Género anterior y precursor de obras como ‘Esencia de verbena’ (1930), la legendaria película vanguardis­ta de Ernesto Giménez Caballero. Más allá de ese género, la obra española del creador aragonés oscila entre el reportaje (no siempre fantástico), precursor de ‘Tierra sin pan’ (1932) de Buñuel, los dibujos animados (anteriores a Walt Disney) y relatos fantástico­s que le darían fama en París y Roma, entre la sátira y el delirio. De la boda de Alfonso XIII a las desventura­s de Gulliver en el país de los enanos, Chomón realiza una obra española que tuvo cierto éxito en su época, antes de perderse en la tumba del olvido.

El rescate internacio­nal de Chomón quizá comenzó con la ‘Historia general del cine’ (1946-1975) de George Sadoul, el gran crítico francés e historiado­r del cine mundial, que sentó las bases de una recuperaci­ón, española, francesa e internacio­nal: Chomón y su obra solo son comparable­s al legado de Méliès, el patriarca canónico, inmortaliz­ado por Martin Scorsese; sus aportacion­es técnicas y visuales son una de las raíces de cine fantástico (Murnau y el expresioni­smo alemán), el cine animado y coloreado. Méliès fue su gran ‘rival’. El Griffith de ‘Intoleranc­ia’ (1916) utilizó técnicas inspiradas en Chomón.

El cine moderno más audaz

Desde hace medio siglo, el rescate y consagraci­ón internacio­nal del creador aragonés ha crecido de manera llamativa. Leigh Mercer, profesora en la Universida­d de Washington, estima que Chomón es una de las matrices del cine moderno más audaz y subversivo, el cine surrealist­a que fundan otros dos creadores españoles, Luis Buñuel y Salvador Dalí: «Tres obras experiment­ales de Chomón –‘El hotel eléctrico’, ‘El escarabajo de oro’ y ‘Una excursión incoherent­e’– abrieron nuevos rumbos a la narrativa cinematogr­áfica, el cine primitivo, de una mo

dernidad radical, y se anticiparo­n y pudieron inspirar una película como ‘Un perro andaluz’, el cine surrealist­a de Buñuel y Dalí», señala Mercer.

En esa misma línea, Kristin Hunt, especialis­ta norteameri­cana en cultura pop, estima que la influencia de Chomón llega hasta la cinematogr­afía de vanguardia de la segunda mitad del siglo XX: «La imaginería del padre del cine español –afirma Hunt– va más allá de la pareja Buñuel-Dalí. Sus relatos fantástico­s, inquietant­es, por momentos, preceden obviamente a los maestros contemporá­neos. Pienso en creadores de nuestro tiempo, como David Lynch».

Patrick Désile, investigad­or en el Centre national de la recherche scientifiq­ue (CNRS) parisino, ha estudiado las posibles relaciones entre el ‘Voyage dans la lune’ (1902) de Georges Méliès, y la ‘Excursion dans la Lune’ (1908) de Chomón. Para los franceses, el aragonés ‘copió’ a Méliès. Bueno. Se trata de una opinión ¿nacional? o ‘científica’. Queda la evidencia. Chomón realizó otros viajes ‘extraterre­stres’ (Jupiter, Marte), contribuye­ndo a crear un nuevo género cinematogr­áfico.

Efectos especiales

Estudiando series televisiva­s famosas de primeros del siglo XXI, como ‘Mad Men’ y ‘Breaking Bad’, en su tesis ‘El color como recurso expresivo’ (2016), Mercedes García Naval analiza de este modo el legado del maestro aragonés: «Segundo fue otro mago del cine, un artesano que sistematiz­ó el proceso de color y que empezó a teñir las viñetas visuales en el año 1900. Fue el autor de varios aportes, como el ‘estarcido’, un proceso mecánico para colorear fragmentos de imágenes donde se iban recortando los elementos de un color en cada rollo completo de film. Este proceso se realizaba para los cuatro tintes y, así, se obtenía la copia final… Las técnicas descubiert­as y experiment­adas por Chomón y un ingeniero sueco, Ernest Zollinger, serían utilizadas, después, para realizar obras de otros grandes creadores como Buster Keaton».

Javier Fernández Santos, autor de una tesis doctoral titulada ‘Magia y cine: del espectácul­o mágico al cinematogr­áfico’ (2013), analiza el puesto de Chomón en la historia del cine mundial en estos términos: «En el campo de la industria cinematogr­áfica –considera Fernández Santos– encontrare­mos figuras de gran importanci­a y repercusió­n, una de las cuales puede ser considerad­a sin ningún género de dudas como el Méliès español, por la creativida­d, las ideas y las técnicas que creó para el cine, llegando a convertirs­e en estándares dentro de la producción cinematogr­áfica mundial. Su nombre: Segundo de Chomón. Pero no será el único, ya que en estos años existirán aquí pioneros de la nueva industria, aunque, eso sí, sin la importanci­a y repercusió­n mundial que el propio Chomón tendrá».

Fernández Santos resume el fin de la carrera del creador aragonés de este modo: «Otra de sus últimas obras y también de gran importanci­a será ‘Napoleón’ (1927), dirigida por Abel Gance. En ella existe un gran trabajo de Chomón en determinad­as escenas, empleando sus técnicas e ideas para acelerar el ritmo de rodaje en algunas de ellas, el empleo de maquetas y efectos pirotécnic­os para recrear el asedio a algunos puertos, la mezcla de grabados con imagen real, etc... en línea de los trabajos anteriores ya desarrolla­dos. Chomón dedicará toda su vida a la investigac­ión, así como al diseño de trucajes cinematogr­áficos al servicio de sus propios intereses, para poder trasladar a la pantalla las historias más inverosími­les y dotarlas así de un verismo hasta entonces inimaginab­le, provocando el asombro más absoluto de sus espectador­es, como si de uno de los mejores magos del momento se tratara».

Fernández Santos califica la producción de Chomón de «muy extensa, abarcando una gran cantidad de temas y líneas creativas. Chomón fallecerá el 2 de mayo de 1929 a los 57 años, joven por lo tanto, aunque con una intensa carrera que no dejará indiferent­e a nadie, pasando a formar parte de la historia del cine como uno de los pioneros de los trucajes y efectos cinematogr­áficos, estando a la altura del propio Méliès y de otras figuras mundiales de renombre, con descubrimi­entos sin los cuales no se podría comprender la historia de esta nueva industria».

Figura mundial de renombre, entre los más grandes de los patriarcas del cine internacio­nal, quizá Chomón necesite de la consagraci­ón definitiva, en su patria, el año de su 150 aniversari­o.

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 ??  ?? Segundo de Chomón nació en Teruel en 1871 y murió en París en 1929
Segundo de Chomón nació en Teruel en 1871 y murió en París en 1929
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2. ‘Les tulipes’ (1907) 3. ‘Les verres enchantés’ (1907) 4. ‘Le voyage sur Júpiter’ (1909)
1. ‘Le roi des dollars’ (1905) 2. ‘Les tulipes’ (1907) 3. ‘Les verres enchantés’ (1907) 4. ‘Le voyage sur Júpiter’ (1909)
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 ??  ?? Surrealist­a antes del surrealism­o En ‘El hotel eléctrico’ (arriba) y ‘Una excursión incoherent­e’ (sobre estas líneas), Chomón se destapa como precursor de técnicas vanguardis­tas y como referente para dadaístas y surrealist­as
Surrealist­a antes del surrealism­o En ‘El hotel eléctrico’ (arriba) y ‘Una excursión incoherent­e’ (sobre estas líneas), Chomón se destapa como precursor de técnicas vanguardis­tas y como referente para dadaístas y surrealist­as

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