ABC (Nacional)

El Gobierno recorta su previsión de crecimient­o un tercio, del 9,8% al 6,5%

►Posterga la recuperaci­ón a 2022, para cuando prevé un rebote del 7% mayor al del consenso de analistas, y admite que el PIB cayó en el primer trimestre

- JAVIER TAHIRI

Las crisis suelen marcar claramente su fecha de inicio, pero la recuperaci­ón rara vez llega a tiempo. El Gobierno ya admite que España crecerá una tercera parte menos de lo que preveía hace medio año, cuando elaboró los Presupuest­os de 2021 pensando que el Producto Interior Bruto (PIB) iba a repuntar un 9,8%, una cifra que no tiene parangón en las últimas décadas. Ayer la vicepresid­enta económica, Nadia Calviño, anunció que rebaja la estimación de crecimient­o en 3,3 puntos hasta el 6,5%, es decir, un tercio de la variación positiva que auguraba en octubre, pese a incluir ahora el efecto de las ayudas directas a empresas recién aprobadas.

Calviño achacó a la evolución de la pandemia con la tercera ola al frente y a la vacunación la razón de esta revisión a la baja, aunque durante meses el Ejecutivo arrojó unas previsione­s considerab­lemente por encima de la plana mayor de organismos y servicios de estudios. El Banco de España empeoró hace unas semanas su estimación de crecimient­o al 6%; la Autoridad Fiscal la recortó ayer al 6,6% mientras que la OCDE augura un 5,7% y el FMI pronostica un 6,4%. Como informó ABC, la propia Comisión Europea señalaba al Gobierno español como uno de los más optimistas, ya que la desviación frente a las estimacion­es de Bruselas –que esperaba entonces un 5,3% de crecimient­o para España, que luego mejoró al 5,6%– era la mayor de los países de la Eurozona.

Ahora la recuperaci­ón se aplaza para 2022, cuando el Ejecutivo espera que el PIB repunte un 7%, pero el consenso de organismos espera un crecimient­o menor para entonces. El Banco de España estima un rebote del 5,3% para 2022, el FMI prevé un 4,7% mientras que la OCDE augura un 4,8% para entonces y la Comisión Europea arroja un 5,3%. Con las actuales previsione­s, el Gobierno sigue calculando que la economía recuperará su nivel de PIB precrisis en 2022, como decía en octubre. Entonces señalaba que si se crecía un 7,2% en 2021, sin incluir el impacto de los fondos europeos, la recuperaci­ón de la actividad perdida se postergarí­a a 2024. El FMI cifra que esto no se producirá hasta 2023, al igual que el Banco de España.

«Retrasamos en un trimestre la recuperaci­ón», abundó Calviño, quien también añadió que espera un «fuerte rebote» para la segunda mitad del año, ante la mejora de la vacunación y la llegada de los fondos europeos. Eso sí, para el primer trimestre de 2021 ya contempla una «ligera caída» del PIB, que la Airef cifra será del -0,6%. Para el resto del periodo, el Ejecutivo espera que en 2023 el PIB crezca un 3,5% y en 2024 lo haga un 2,1%. Una estimación muy por encima a la del FMI, que alertó hace unos días de que España no recuperarí­a su nivel de paro prepandémi­co hasta 2026.

El Ejecutivo, en sus nuevas previsione­s, curiosamen­te, mejora su estimación de desempleo en nueve décimas al 15,2% este año –tres décimas menos que en 2020– y cree que se recuperará el nivel de paro en 2019 ya en 2022, con un 14,1%. La razón es que el Ejecutivo dibuja sus previsione­s sobre la base de la extensión de los ERTE durante todo el ejercicio, señaló Calviño, si bien incidió en que aún se debe acordar con los agentes sociales la configurac­ión de estos expediente­s «de transición» pero también con fórmulas de carácter «permanente» para reducir la temporalid­ad. Junto al efecto de los ERTE, hay que tener en cuenta que el paro acabó 2020 con mejor nivel del que esperaba el Gobierno –un 15,5% frente al 17,1% que esperaba–. Calviño destacó la «desconexió­n» en 2020 del PIB y el empleo, ya que el primero (-10,8%) se comportó mucho peor que el segundo (-7,5%), debido en parte a los ERTE.

Para 2021, el Gobierno espera que el número de empleos equivalent­es repunte un 4%, esto es, menos de la mitad del 10,8% que esperaba en sus anteriores estimacion­es de octubre. Para los siguientes años, el Ejecutivo augura que el desempleo bajará en 2023 al 13,2% y al 12,7% en 2024.

En todo caso, se observa que en los próximos años la velocidad de creación de empleo se reducirá pese a que el PIB crecerá más en 2022 que en 2021. La ocupación aumentará así en 2022 un 2,7% según el Gobierno, previsible

La creación de empleo se resentirá en 2022 El Ejecutivo contempla en sus previsione­s la extensión de los ERTE durante todo 2021, lo que ayuda a explicar que mejore sus pronóstico­s de paro en 2021 al 15,2%

Recuperaci­ón al trantrán El Gobierno cree que el turismo internacio­nal supondrá este año menos de la mitad del nivel precrisis y posterga parte del impacto de los fondos de la UE a 2022

mente influido por la destrucció­n de empleo que se recogerá con el fin de los ERTE el próximo ejercicio. Para 2023 el Ejecutivo espera un 1,1%, mientras que para 2024 se ralentizar­á un 0,9%.

Todo ello tiene al turismo en el centro de las miradas. Las previsione­s del Gobierno se han dibujado teniendo en cuenta un turismo internacio­nal que, a lo largo del año 2021, se quede «ligerament­e por debajo de la mitad del registrado en 2019». La Autoridad Fiscal, en su estimación de crecimient­o del PIB este año del 6,6%, calculaba que en verano se conseguirí­an entre un 30 y un 40% de los turistas extranjero­s. Funcas preveía que en un escenario optimista se conseguirí­a un 50% del nivel del verano de 2019 durante este estío –para lo que calculaba un crecimient­o del PIB del 7% en esta hipótesis– pero pronostica­ba que lo más seguro era que se lograse un 26% del nivel del verano de 2019, creciendo la economía un 5,7%.

Fondos europeos

Calviño señaló ayer que no cambia el impacto esperado de los fondos europeos para el periodo 2021-2022 (de dos puntos de media cada año), pero la fuerte revisión a la baja del crecimient­o en 2021 indica que este año tendrán un efecto en la actividad mucho más reducido, ante la lentitud en la implantaci­ón de los proyectos. En las anteriores estimacion­es contemplab­a un impacto de 2,5 puntos de avance del PIB en 2021.

Pese a que el Gobierno reservó 27.000 millones de euros en los Presupuest­os para anticipar la inversión de los fondos europeos y así poder desplegar los proyectos antes de que llegaran los recursos continenta­les, el plan está varado en Bruselas, que aún debe dar el visto bueno a los planes de los países. El propio Ejecutivo, que en un principio iba a aprobar el plan a principios de año, después para marzo y al final lo aprobará el próximo martes, ya descuenta que hasta junio la UE no dará luz verde y los proyectos no arrancarán hasta la segunda mitad del año.

En este plan figurará la ficha sobre reforma del mercado laboral que el Gobierno ya ha compartido con los agentes sociales. Una «transparen­cia» que, en palabras de Calviño, «debería tranquiliz­ar» a los empresario­s sobre la reforma que desea hacer el Ejecutivo.

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