La monomarentalidad puede salvarnos
La titular de Derechos Sociales anuncia una ley de diversidad familiar para combatir la intolerancia
Tiene la flamante titular de Derechos Sociales el listón del despropósito muy alto, pero reina la confianza en su instinto de superación y su capacitación técnica para dejar atrás las marcas registradas por Irene Montero en un ámbito legislativo que las ministras de Unidas Podemos han convertido en laboratorio de I+D+i, dedicado a la experimentación social, el desafío normativo, la expresión corporal y el desahogo ideológico. Activista de la marginalidad, a Belarra no le preocupa que el desplome de la natalidad condicione como ninguna otra variable y por encima de pandemias y crisis sobrevenidas el futuro de España y amenace a medio plazo la propia sostenibilidad de su sistema de protección social. Todo eso de los niños, las niñas y les niñes es un juego transgénico que evita profundizar en cuestiones tan ultraderechistas como el embarazo, la crianza o la viabilidad de los núcleos binarios que sostienen el heteropatriarcado que hasta hace poco conocíamos como sociedad. La prioridad para Belarra es combatir la intolerancia –dice– a través de una ley de diversidad familiar que reconozca los derechos de las estructuras monomarentales (sic), LGTBI y reconstituidas. Frente al invierno demográfico, Ione tiene todas papeletas para batir el récord de tardoadolescencia primaveral que en pista cubierta ostenta su comadre Montero.