Puigdemont aleja un acuerdo con ERC antes del ultimátum
Cataluña lleva más de 200 días con un gobierno en funciones. Han pasado 74 días desde la celebración de las elecciones al Parlamento autonómico catalán. Y el principal escollo entre ERC y Junts, para reeditar el Govern de coalición, es el encaje de Carles Puigdemont, fugado de la Justicia, líder de Junts y que controla el Consell per la República desde Bélgica, en el nuevo tablero político.
La reunión mantenida en la cárcel de Lledoners entre Pere Aragonès (ERC) y Jordi Sànchez (Junts), con la presencia de Oriol Junqueras (ERC) y Elsa Artadi (Junts) y otros negociadores de ambos partidos, sirvió para avanzar –según estas formaciones– en el reparto de las consejerías del próximo ejecutivo, que nadie duda debe liderar Aragonès, y concretar más el plan de gobierno –que sigue en secreto para la opinión pública–.
Sin embargo, el encaje de Puigdemont en la nueva Generalitat –controlada por ERC por primera vez– hace prácticamente imposible que se cierre un acuerdo antes del sábado, fecha límite fijada por Aragonès para empezar a explorar otras vías.
El expresidente autonómico, fugado de la Justicia española y con escaño en el Parlamento Europeo, insiste en controlar la línea estratégica de la Generalitat en materia independentista, situando el Consell per la República por encima de las instituciones democráticas.
Puigdemont sigue bloqueando el acuerdo de gobierno con ERC, pese a que la cita de Lledoners fue, según los protagonistas, positiva.