Santander quintuplica beneficios y justifica sus elevados salarios
El banco revoluciona sus cúpulas en España y Reino Unido al relevar a sus CEO
La banca no es de entrar en guerras dialécticas con el Gobierno pero cuando se la ataca, se defiende. Con más o con menos ahínco, pero sí suele salir al quite para responder al Ejecutivo. Es lo que ocurrió ayer con Banco Santander, en voz de su consejero delegado, José Antonio Álvarez, al ser preguntado sobre las últimas críticas de Nadia Calviño.
La semana pasada, la vicepresidenta tachó de «inaceptables» los altos sueldos de los directivos del sector y criticó los ERE puestos en marcha estos meses. Álvarez, aunque comedido y sin entrar al trapo, justificó los salarios que se cobran en el gremio; el directivo explicó que la banca es el sector más regulado que conoce, bajo legislación europea, lo que en ocasiones incluso les penaliza en otros mercados fuera de la UE que tienen otros estándares. Recordó que los salarios se establecen por el comité de remuneraciones, así como en consejo de administración, y que posteriormente son refrendados en junta de accionistas. Sin olvidar, también, la necesidad de poder mantener sueldos competitivos en el mercado: «Los sueldos los establecen los órganos de gobierno teniendo en cuenta lo que dice el mercado; si son altos o bajos va en función de la evolución de la industria».
Respecto a los ERE –el Santander pactó el suyo en el último trimestre de 2020–, Álvarez dijo que obedecen a
Despidos La entidad sostiene que el cambio de modelo obliga a acometer ajustes de empleo en el sector
«un cambio en el modo de hacer banca», relacionado todo ello con el cambio tecnológico y los bajos tipos de interés. Reseñó que el sector está en «un proceso de transformación en el que tratamos de tener un modelo de banco y distribución acorde a las demandas de los clientes», en referencia al auge del negocio digital. La operativa en las oficinas, dice, no va a recuperarse –lo digital es el presente y futuro– y las entidades han de adaptarse a ello, dando salida a perfiles del modelo actual para apostar por personal más tecnológico y con otras capacidades.
Ayer fue día también de presentación de resultados en el banco. El Santander ganó en el primer trimestre de este año 1.608 millones de euros, lo que supone casi multiplicar por cinco la cifra registrada en los tres primeros meses de 2020 (331 millones). Sin embargo, la entidad aún no alcanza los 1.840 millones que se embolsó en el mismo periodo de 2019 o los más de 2.000 millones de un año antes. El mercado va recuperando vigor pero la cautela con la que han de actuar los bancos les impone la necesidad de seguir cubriéndose, a lo que se une el golpe en las cuentas de los costes de reestructuración (530 millones). La firma realizó unas dotaciones por insolvencias de 1.992 millones en este primer tramo de año, frente a las 3.909 millones de un año antes. Restando extraordinarios, las ganancias serían de 2.138 millones, 5,6 veces más en interanual.
Más allá de ello, el banco anunció ayer una revolución en sus cúpulas en España y Reino Unido. Rami Aboukhair dejará de ser a partir de ahora consejero delegado en nuestro país y ocupará un nuevo puesto de jefe global de Tarjetas y Soluciones Digitales. António Simões ocupará su cargo de CEO en España. Nathan Bostock, en Santander UK, deja también su cargo de CEO para ser jefe global de plataformas de inversión.