Subida masiva de impuestos sin bajar el gasto público
El Gobierno envía a Bruselas una subida de impuestos que golpeará a las clases medias y bajas para elevar los ingresos públicos con hachazos fiscales al diésel, los billetes de avión, los gases fluorados, el plástico o los residuos, además de la eliminación de beneficios fiscales de los planes de pensiones, la aplicación de las tasas Google y Tobin, la imposición de peajes en todas las autovías, el incremento de las cotizaciones sociales a los sueldos de más de 49.000 euros, la revisión de los impuestos de matriculación y circulación, la armonización del impuesto de patrimonio y la aplicación de un tipo mínimo en el impuesto de sociedades.
El Gobierno, dentro del Plan de Recuperación, se compromete con Bruselas a realizar «ejercicios de revisión del gasto hasta 2026». Para ello, señala que encargará en breve a la Autoridad Fiscal el tercer ‘spending review’, cuya luz verde llevaba el organismo esperando desde finales de 2020. Entre las áreas que escudriñará estarán los más de 100.000 millones de euros en avales públicos que el Ejecutivo desplegó con la crisis. Además impulsará la creación de una división en la Airef dedicada a esto. Asimismo, el Ejecutivo promete la «redefinición de las funciones del Instituto de Evaluación de Políticas Públicas» y « su transformación en un organismo con alto grado de autonomía (posiblemente una agencia estatal)». Más allá de esto, no hay gran detalle sobre el ajuste del gasto.